Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
La apelación, busca modificar los 226 meses de prisión impuestos a Urbina Soto por cargos relacionados con el tráfico de drogas y de armas.
La defensa argumenta su buen comportamiento dentro de la prisión y los años que ya cumplió en Honduras, desde el 26 de marzo de 2019.
Los vínculos de poder y narcotráfico
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
La solicitud presentada el 11 de octubre de 2024, pide que Arnaldo Urbina Soto permanezca en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Nueva York.
La apelación, busca modificar los 226 meses de prisión impuestos a Urbina Soto por cargos relacionados con el tráfico de drogas y de armas.
La defensa argumenta su buen comportamiento dentro de la prisión y los años que ya cumplió en Honduras, desde el 26 de marzo de 2019.
Los vínculos de poder y narcotráfico
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
La Fiscalía se opone y exige su traslado a Pensilvania, donde Urbina cumpliría su condena por narcotráfico.
La solicitud presentada el 11 de octubre de 2024, pide que Arnaldo Urbina Soto permanezca en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Nueva York.
La apelación, busca modificar los 226 meses de prisión impuestos a Urbina Soto por cargos relacionados con el tráfico de drogas y de armas.
La defensa argumenta su buen comportamiento dentro de la prisión y los años que ya cumplió en Honduras, desde el 26 de marzo de 2019.
Los vínculos de poder y narcotráfico
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
Su abogada presentó la solicitud ante la jueza Denise L. Cote, quien ya lo condenó el 3 de octubre de 2024.
La Fiscalía se opone y exige su traslado a Pensilvania, donde Urbina cumpliría su condena por narcotráfico.
La solicitud presentada el 11 de octubre de 2024, pide que Arnaldo Urbina Soto permanezca en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Nueva York.
La apelación, busca modificar los 226 meses de prisión impuestos a Urbina Soto por cargos relacionados con el tráfico de drogas y de armas.
La defensa argumenta su buen comportamiento dentro de la prisión y los años que ya cumplió en Honduras, desde el 26 de marzo de 2019.
Los vínculos de poder y narcotráfico
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
El exalcalde hondureño Arnaldo Urbina Sotobusca permanecer en Nueva York mientras se decide sobre la apelación de su sentencia de 18 años y 8 meses.
Su abogada presentó la solicitud ante la jueza Denise L. Cote, quien ya lo condenó el 3 de octubre de 2024.
La Fiscalía se opone y exige su traslado a Pensilvania, donde Urbina cumpliría su condena por narcotráfico.
La solicitud presentada el 11 de octubre de 2024, pide que Arnaldo Urbina Soto permanezca en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Nueva York.
La apelación, busca modificar los 226 meses de prisión impuestos a Urbina Soto por cargos relacionados con el tráfico de drogas y de armas.
La defensa argumenta su buen comportamiento dentro de la prisión y los años que ya cumplió en Honduras, desde el 26 de marzo de 2019.
Los vínculos de poder y narcotráfico
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.
La Fiscalía se opone a la permanencia de Arnaldo Urbina Soto en Nueva York y pide su traslado a Pensilvania.
Arnaldo Urbina Soto apeló
–
El exalcalde hondureño Arnaldo Urbina Soto busca permanecer en Nueva York mientras se decide sobre la apelación de su sentencia de 18 años y 8 meses.
El exalcalde hondureño Arnaldo Urbina Sotobusca permanecer en Nueva York mientras se decide sobre la apelación de su sentencia de 18 años y 8 meses.
Su abogada presentó la solicitud ante la jueza Denise L. Cote, quien ya lo condenó el 3 de octubre de 2024.
La Fiscalía se opone y exige su traslado a Pensilvania, donde Urbina cumpliría su condena por narcotráfico.
La solicitud presentada el 11 de octubre de 2024, pide que Arnaldo Urbina Soto permanezca en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Nueva York.
La apelación, busca modificar los 226 meses de prisión impuestos a Urbina Soto por cargos relacionados con el tráfico de drogas y de armas.
La defensa argumenta su buen comportamiento dentro de la prisión y los años que ya cumplió en Honduras, desde el 26 de marzo de 2019.
Los vínculos de poder y narcotráfico
Arnaldo Urbina Soto, es señalado como una figura clave dentro de las operaciones del narcotráfico en Honduras.
Según las autoridades estadounidenses, Urbina no solo protegía las rutas de tráfico de drogas, sino que coordinaba un ejército privado para garantizar la seguridad de las operaciones.
Entre 2011 y 2013, varias toneladas de cocaína se rastrearon y vincularon a la red de Urbina Soto, quien mantenía relaciones cercanas con otros carteles y con el expresidente Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con los fiscales, Urbina utilizó su influencia política para permitir que aviones cargados de cocaína aterrizaran en pistas clandestinas controladas por él y sus hermanos, Carlos y Miguel.
A través de esta red de poder, Urbina también colaboró con narcotraficantes como Devis Leonel Rivera y Noé Montes Bobadilla.
De esta forma facilitaron la entrada de grandes cantidades de cocaína a Honduras para su posterior distribución hacia Estados Unidos.
Una relación rota
Los vínculos entre el exalcalde y el expresidente Hernández se deterioraron en 2013, cuando Urbina desobedeció una solicitud de Hernández de no postularse para la reelección como alcalde de Yoro.
Este acto marcó un quiebre en la relación que, hasta entonces, le permitió operar sin grandes repercusiones en el ámbito político y judicial de Honduras.