Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Yajaira Padilla, coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS, indicó que el objetivo es desenmascarar las agresiones encubiertas que enfrentan las mujeres en el ámbito político y social.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
La iniciativa contempla el despliegue de grupos focales, entrevistas a autoridades y a víctimas de violencia política, además de encuestas que permitirán obtener una visión integral de la narrativa y los discursos de cada candidato.
Yajaira Padilla, coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS, indicó que el objetivo es desenmascarar las agresiones encubiertas que enfrentan las mujeres en el ámbito político y social.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
La iniciativa contempla el despliegue de grupos focales, entrevistas a autoridades y a víctimas de violencia política, además de encuestas que permitirán obtener una visión integral de la narrativa y los discursos de cada candidato.
Yajaira Padilla, coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS, indicó que el objetivo es desenmascarar las agresiones encubiertas que enfrentan las mujeres en el ámbito político y social.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
Esta iniciativa busca documentar y analizar el ambiente electoral antes, durante y después de las elecciones de 2025, tanto primarias como generales.
“El proceso electoral en Honduras tiene muchas aristas y complejidades. Nuestra investigación no solo monitoreará los conflictos políticos visibles, sino también las agresiones invisibles que se lanzan contra las mujeres en política,” señaló la decana de Ciencias Sociales, Carmen Julia Fajardo.
La iniciativa contempla el despliegue de grupos focales, entrevistas a autoridades y a víctimas de violencia política, además de encuestas que permitirán obtener una visión integral de la narrativa y los discursos de cada candidato.
Yajaira Padilla, coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS, indicó que el objetivo es desenmascarar las agresiones encubiertas que enfrentan las mujeres en el ámbito político y social.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
En vísperas del proceso electoral, el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (Iudpas) y el Instituto Nacional Demócrata (NDI) proponen una investigación enfocada en la observación de conflictos políticos y en la violencia dirigida hacia las mujeres que aspiran a cargos públicos.
Esta iniciativa busca documentar y analizar el ambiente electoral antes, durante y después de las elecciones de 2025, tanto primarias como generales.
“El proceso electoral en Honduras tiene muchas aristas y complejidades. Nuestra investigación no solo monitoreará los conflictos políticos visibles, sino también las agresiones invisibles que se lanzan contra las mujeres en política,” señaló la decana de Ciencias Sociales, Carmen Julia Fajardo.
La iniciativa contempla el despliegue de grupos focales, entrevistas a autoridades y a víctimas de violencia política, además de encuestas que permitirán obtener una visión integral de la narrativa y los discursos de cada candidato.
Yajaira Padilla, coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS, indicó que el objetivo es desenmascarar las agresiones encubiertas que enfrentan las mujeres en el ámbito político y social.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
La investigación es para monitorear conflictos políticos y violencia hacia mujeres en el ámbito electoral.
En vísperas del proceso electoral, el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (Iudpas) y el Instituto Nacional Demócrata (NDI) proponen una investigación enfocada en la observación de conflictos políticos y en la violencia dirigida hacia las mujeres que aspiran a cargos públicos.
Esta iniciativa busca documentar y analizar el ambiente electoral antes, durante y después de las elecciones de 2025, tanto primarias como generales.
“El proceso electoral en Honduras tiene muchas aristas y complejidades. Nuestra investigación no solo monitoreará los conflictos políticos visibles, sino también las agresiones invisibles que se lanzan contra las mujeres en política,” señaló la decana de Ciencias Sociales, Carmen Julia Fajardo.
La iniciativa contempla el despliegue de grupos focales, entrevistas a autoridades y a víctimas de violencia política, además de encuestas que permitirán obtener una visión integral de la narrativa y los discursos de cada candidato.
Yajaira Padilla, coordinadora del Área de Democracia del IUDPAS, indicó que el objetivo es desenmascarar las agresiones encubiertas que enfrentan las mujeres en el ámbito político y social.
Padilla destacó que el proyecto busca entender cómo los discursos pueden convertirse en armas políticas.
“Vamos a analizar cómo ciertos discursos promueven un ambiente de hostilidad hacia las mujeres candidatas. Es urgente desmantelar esta violencia y educar en políticas de respeto y equidad,” afirmó.
Honduras enfrenta históricamente altos niveles de violencia política. La desconfianza en las instituciones, la represión hacia movimientos sociales y las amenazas constantes a figuras políticas se convierte en una parte inquietante del panorama electoral.
En el caso de las mujeres en política, el contexto es aún más desafiante: la violencia se extiende desde la intimidación verbal hasta agresiones físicas y acoso sistemático. (Además: No se debe tolerar más la violencia política contra la mujer: Ana Paola Hall)
El NDI, aliado desde hace 18 años en esta lucha por la democracia, es fundamental para el desarrollo de programas que evidencian estas injusticias.
Con un nuevo enfoque hacia la violencia de género, el proyecto busca proporcionar datos que sirvan como base para implementar medidas concretas en la protección de las mujeres en política.
Para complementar el esfuerzo de investigación, la UNAH lanzará un diplomado en violencia y género.
Este diplomado beneficiará a 47 estudiantes y docentes de los distintos campus que conforman la Red Nacional de Investigadores.
Programado para iniciar con un encuentro en noviembre, el diplomado se presenta como una oportunidad única para que los jóvenes hondureños se capaciten en temas de género, violencia y política, promoviendo una cultura de paz y respeto en un contexto electoral crítico.
“Formar a los jóvenes en estos temas es fundamental para el cambio. Queremos que las futuras generaciones tengan las herramientas para enfrentar y erradicar la violencia política,” concluyó Fajardo.
El programa de monitoreo y el diplomado son solo una parte de los esfuerzos para construir una democracia sólida y libre de violencia.
En un país marcado por un historial de violencia electoral y conflictos de poder, esta iniciativa representa un paso hacia la observación crítica.
Ayudará a la construcción de un proceso electoral más justo y seguro, especialmente para las mujeres.
El 2025 será una prueba de fuego para Honduras, y el trabajo de la UNAH será crucial para mantener la transparencia y denunciar cualquier violación de derechos en el camino a las urnas.
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