Un futuro incierto para los migrantes bajo Donald Trump

Un futuro incierto para los migrantes bajo Donald Trump

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

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Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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La analista señala que en estados como Florida, los migrantes hondureños enfrentan penalizaciones no solo por su estatus migratorio, sino también por cargos relacionados con la invasión o destrucción de propiedad.

Además, destaca que al menos 181 mil migrantes están identificados para ser deportados en la primera semana de su administración, muchos de ellos rastreados mediante dispositivos electrónicos.

El impacto en los programas de asilo

Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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“Trump ni siquiera ha iniciado su mandato y ya hay una alerta migratoria,” comenta Platero.

La analista señala que en estados como Florida, los migrantes hondureños enfrentan penalizaciones no solo por su estatus migratorio, sino también por cargos relacionados con la invasión o destrucción de propiedad.

Además, destaca que al menos 181 mil migrantes están identificados para ser deportados en la primera semana de su administración, muchos de ellos rastreados mediante dispositivos electrónicos.

El impacto en los programas de asilo

Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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“Trump ni siquiera ha iniciado su mandato y ya hay una alerta migratoria,” comenta Platero.

La analista señala que en estados como Florida, los migrantes hondureños enfrentan penalizaciones no solo por su estatus migratorio, sino también por cargos relacionados con la invasión o destrucción de propiedad.

Además, destaca que al menos 181 mil migrantes están identificados para ser deportados en la primera semana de su administración, muchos de ellos rastreados mediante dispositivos electrónicos.

El impacto en los programas de asilo

Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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La configuración de su gabinete y las promesas de mano dura en campaña anuncian tiempos difíciles.

En la frontera sur, el ambiente es de emergencia, según destaca la analista Istmania Platero, quien alerta sobre la activación de leyes antiinmigrantes y planes para construir mega cárceles destinadas a migrantes.

Un espectro de deportaciones masivas

“Trump ni siquiera ha iniciado su mandato y ya hay una alerta migratoria,” comenta Platero.

La analista señala que en estados como Florida, los migrantes hondureños enfrentan penalizaciones no solo por su estatus migratorio, sino también por cargos relacionados con la invasión o destrucción de propiedad.

Además, destaca que al menos 181 mil migrantes están identificados para ser deportados en la primera semana de su administración, muchos de ellos rastreados mediante dispositivos electrónicos.

El impacto en los programas de asilo

Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera una ola de incertidumbre y temor entre las comunidades migrantes, especialmente las latinoamericanas.

La configuración de su gabinete y las promesas de mano dura en campaña anuncian tiempos difíciles.

En la frontera sur, el ambiente es de emergencia, según destaca la analista Istmania Platero, quien alerta sobre la activación de leyes antiinmigrantes y planes para construir mega cárceles destinadas a migrantes.

Un espectro de deportaciones masivas

“Trump ni siquiera ha iniciado su mandato y ya hay una alerta migratoria,” comenta Platero.

La analista señala que en estados como Florida, los migrantes hondureños enfrentan penalizaciones no solo por su estatus migratorio, sino también por cargos relacionados con la invasión o destrucción de propiedad.

Además, destaca que al menos 181 mil migrantes están identificados para ser deportados en la primera semana de su administración, muchos de ellos rastreados mediante dispositivos electrónicos.

El impacto en los programas de asilo

Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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La presidencia de Donald Trump trae consigo un endurecimiento de las políticas migratorias que amenaza con cambiar drásticamente la vida de millones de migrantes.

Trump – Migrantes esperan con incertidumbre en la frontera sur de Estados Unidos, reflejando la tensión y las duras condiciones que enfrentan bajo las políticas migratorias más estrictas. Foto creada con IA.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera una ola de incertidumbre y temor entre las comunidades migrantes, especialmente las latinoamericanas.

La configuración de su gabinete y las promesas de mano dura en campaña anuncian tiempos difíciles.

En la frontera sur, el ambiente es de emergencia, según destaca la analista Istmania Platero, quien alerta sobre la activación de leyes antiinmigrantes y planes para construir mega cárceles destinadas a migrantes.

Un espectro de deportaciones masivas

“Trump ni siquiera ha iniciado su mandato y ya hay una alerta migratoria,” comenta Platero.

La analista señala que en estados como Florida, los migrantes hondureños enfrentan penalizaciones no solo por su estatus migratorio, sino también por cargos relacionados con la invasión o destrucción de propiedad.

Además, destaca que al menos 181 mil migrantes están identificados para ser deportados en la primera semana de su administración, muchos de ellos rastreados mediante dispositivos electrónicos.

El impacto en los programas de asilo

Los expertos coinciden en que las políticas de asilo también sufrirán un golpe significativo.

“Tres escenarios preocupan particularmente”, explica Platero: la anulación de programas como DACA y TPS, el retorno de migrantes varados en México si se cancela el CBP One, y la posibilidad de que migrantes en tránsito queden atrapados en Honduras bajo el programa de Tercer País Seguro, explicó.

Esta situación amenaza con generar un cuello de botella que desborde las capacidades del país centroamericano.

Discurso de odio y racismo institucionalizado

Sally Valladares, experta en el tema migratorio, enfatiza que las medidas de Trump no solo tienen un carácter político, sino también un trasfondo de discriminación racial.

“Desde 2017, Trump ha promovido un discurso de odio contra los migrantes latinos. Las redadas y bloqueos anunciados no son nuevas, pero sus consecuencias serán devastadoras para la comunidad hondureña en Estados Unidos,” afirma.

Se espera que ICE incremente redadas a partir de 2025. Foto: cortesía.

Una región al borde del colapso

Karen Valladares, coordinadora nacional de Cristosal, advierte sobre la necesidad de fortalecer las condiciones de estabilidad en Honduras para mitigar los efectos de estas políticas.

“La militarización de fronteras y la cancelación de programas de asilo no resolverán la crisis migratoria. Se requiere un enfoque regional basado en el Pacto Global sobre Migración que priorice la resiliencia y los derechos humanos,” señala.

Por ello, desde la Red Regional de Organizaciones Civiles se hace un trabajo articulado con los países de la región.

El rol crucial de las embajadas

Las embajadas podrían ser piezas clave para garantizar retornos seguros y proteger a los migrantes.

Sin embargo, las analistas coinciden en que, sin una estrategia articulada entre los países de la región, la situación podría desbordarse.

Mientras tanto, la militarización de fronteras y la falta de respuestas concretas auguran un incremento en el número de personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.

Una región que debe unirse

Con la sombra de una política migratoria implacable cerniéndose sobre Centroamérica, los gobiernos de la región enfrentan un desafío urgente.

La solidaridad, el trabajo conjunto y el respeto a los derechos humanos serán esenciales para contrarrestar los efectos de las medidas de Donald Trump.

El futuro de miles de migrantes está en juego, y la historia juzgará las acciones que hoy se tomen para protegerlos.

Además: La Iglesia católica en la frontera de México se alista para el impacto migratorio de Trump


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