‘Quieren involucrar a Honduras en conflictos geopolíticos’, advierte Raúl Pineda

‘Quieren involucrar a Honduras en conflictos geopolíticos’, advierte Raúl Pineda

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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El analista criticó las decisiones del gobierno hondureño, ya que, en su opinión, podrían generar un ambiente de desconfianza y crispación interna.

“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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El analista criticó las decisiones del gobierno hondureño, ya que, en su opinión, podrían generar un ambiente de desconfianza y crispación interna.

“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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Pineda recordó el contexto mundial actual, marcado por la inestabilidad política y las guerras en regiones como Sudán, Siria, Gaza, y el conflicto en Ucrania.

En este escenario, el analista destacó que el país no está siendo invitado a tomar partido en este tipo de disputas. “No estamos en un ambiente político mundial de estabilidad, y nadie nos está invitando a esa fiesta”, afirmó.

Desconfianza

El analista criticó las decisiones del gobierno hondureño, ya que, en su opinión, podrían generar un ambiente de desconfianza y crispación interna.

“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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En una entrevista con el noticiero Diario Matutino de radio HRN, Pineda advirtió que estas acciones podrían involucrar a Honduras en conflictos geopolíticos, como las disputas entre Oriente y Occidente, en los que el país no podría ganar.

Pineda recordó el contexto mundial actual, marcado por la inestabilidad política y las guerras en regiones como Sudán, Siria, Gaza, y el conflicto en Ucrania.

En este escenario, el analista destacó que el país no está siendo invitado a tomar partido en este tipo de disputas. “No estamos en un ambiente político mundial de estabilidad, y nadie nos está invitando a esa fiesta”, afirmó.

Desconfianza

El analista criticó las decisiones del gobierno hondureño, ya que, en su opinión, podrían generar un ambiente de desconfianza y crispación interna.

“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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El analista Raúl Pineda expresó este jueves su preocupación por la dirección que está tomando el gobierno de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, especialmente por las recientes amenazas de expulsar las bases militares de Estados Unidos si el presidente electo, Donald Trump, cumple su amenaza de ordenar deportaciones masivas de hondureños cuando asuma el cargo el 20 de enero.

En una entrevista con el noticiero Diario Matutino de radio HRN, Pineda advirtió que estas acciones podrían involucrar a Honduras en conflictos geopolíticos, como las disputas entre Oriente y Occidente, en los que el país no podría ganar.

Pineda recordó el contexto mundial actual, marcado por la inestabilidad política y las guerras en regiones como Sudán, Siria, Gaza, y el conflicto en Ucrania.

En este escenario, el analista destacó que el país no está siendo invitado a tomar partido en este tipo de disputas. “No estamos en un ambiente político mundial de estabilidad, y nadie nos está invitando a esa fiesta”, afirmó.

Desconfianza

El analista criticó las decisiones del gobierno hondureño, ya que, en su opinión, podrían generar un ambiente de desconfianza y crispación interna.

“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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‘Quieren involucrar a Honduras en conflictos geopolíticos’, advierte Raúl Pineda

Raúl Pineda sugirió que Honduras debería evitar involucrarse en conflictos geopolíticos que no puede manejar y que solo generan más riesgos para el país.

El analista Raúl Pineda expresó este jueves su preocupación por la dirección que está tomando el gobierno de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, especialmente por las recientes amenazas de expulsar las bases militares de Estados Unidos si el presidente electo, Donald Trump, cumple su amenaza de ordenar deportaciones masivas de hondureños cuando asuma el cargo el 20 de enero.

En una entrevista con el noticiero Diario Matutino de radio HRN, Pineda advirtió que estas acciones podrían involucrar a Honduras en conflictos geopolíticos, como las disputas entre Oriente y Occidente, en los que el país no podría ganar.

Pineda recordó el contexto mundial actual, marcado por la inestabilidad política y las guerras en regiones como Sudán, Siria, Gaza, y el conflicto en Ucrania.

En este escenario, el analista destacó que el país no está siendo invitado a tomar partido en este tipo de disputas. “No estamos en un ambiente político mundial de estabilidad, y nadie nos está invitando a esa fiesta”, afirmó.

Desconfianza

El analista criticó las decisiones del gobierno hondureño, ya que, en su opinión, podrían generar un ambiente de desconfianza y crispación interna.

“Siento que estas acciones no van a llegar a un buen punto, a menos que estén buscando crear un ambiente de descontento que termine en una crisis política interna y que, al final, el proceso electoral (de marzo próximo) pueda frustrarse o manipularse de una manera que no convenga a los intereses del pueblo”, sostuvo.

Pineda destacó que las amenazas de revisar el acuerdo sobre la base militar estadounidense en Palmerola son parte de un fenómeno más amplio que debe analizarse dentro del contexto de las decisiones políticas del gobierno.

Según Pineda, esas decisiones parecen orientadas a generar hostilidad. “La primera presunción es que quien está generando este ambiente de hostilidad es el gobierno de la presidenta Castro”, aseveró.

El analista también refirió que la presencia de tropas estadounidenses en el país tiene una base legal, derivada de un tratado que, en caso de ser eliminado, debe pasar por el Congreso Nacional.

Esto difiere de lo expresado por el canciller Enrique Reina, quien afirmó que no es necesario contar con la aprobación legislativa.

“No es más que una especie de baladronada y una expresión de ignorancia del derecho internacional público que no va a generar nada positivo”, indicó Pineda.

Consecuencias para Honduras

Pineda advirtió que las confrontaciones con Estados Unidos traerán consecuencias no solo para la relación bilateral, sino también para la estabilidad política y económica de Honduras.

El país depende en gran medida de las remesas enviadas desde Estados Unidos, por lo que no es prudente tomar decisiones unilaterales en política exterior. “Dependemos en un 25% del PIB de las remesas, y no es correcto hacer análisis valorativos de soberanía sin considerar estos otros intereses”, añadió.

El analista también señaló que potencias como Japón y Alemania mantienen numerosas bases militares de Estados Unidos, debido a que los intereses militares se asocian con intereses económicos, lo cual impone una realidad pragmática que, aunque beneficiosa para algunos, no lo es para otros.

Pineda opinó que el gobierno de Castro tiene compromisos con personas ajenas a Honduras, quienes están redactando los discursos del Ejecutivo. A pesar de ello, destacó que la presidenta sabe que los problemas se resuelven dialogando, no confrontando, como lo está haciendo con Estados Unidos.

“Estrategia equivocada”

Por su parte, el experto en derecho internacional Graco Pérez reaccionó con preocupación a las advertencias del gobierno hondureño contra Estados Unidos.

“Los términos en que se expresó la presidenta Xiomara Castro responden a una estrategia equivocada y prematura, porque están lanzando una amenaza cuando no hay acciones concretas sobre la expulsión de migrantes hondureños”, señaló Pérez.

Pérez sugirió al gobierno acercarse al equipo de Donald Trump y dialogar para manejar la relación en buenos términos, respecto a la base militar y el apoyo que da Estados Unidos en materia de defensa y seguridad.


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