¿Quién pierde y quién gana en Centroamérica con el regreso de Trump al poder?

¿Quién pierde y quién gana en Centroamérica con el regreso de Trump al poder?

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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“El comercio regional podría ser utilizado como una herramienta de presión por la administración Trump, que buscaría impulsar sus objetivos migratorios”, señaló.

Destacó que el gobierno de Trump buscará reducir la presencia china en la región, especialmente en países como Nicaragua donde “si va a aumentar la presión, eso está por verse” y en Honduras, donde han favorecido a China como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.

¿Qué le espera a Honduras?

En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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El analista advirtió que otro elemento que va a ser medular para Centroamérica es la relación con China.

“El comercio regional podría ser utilizado como una herramienta de presión por la administración Trump, que buscaría impulsar sus objetivos migratorios”, señaló.

Destacó que el gobierno de Trump buscará reducir la presencia china en la región, especialmente en países como Nicaragua donde “si va a aumentar la presión, eso está por verse” y en Honduras, donde han favorecido a China como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.

¿Qué le espera a Honduras?

En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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“El tema migratorio para Centroamérica es un tema clave. Yo no creo que se produzcan las amenazas máximas de deportación de centroamericanos, pero sí es cierto que muchos sí van a ser deportados y nuestros países no están preparados para recibirlos”, alertó Cascante.

El analista advirtió que otro elemento que va a ser medular para Centroamérica es la relación con China.

“El comercio regional podría ser utilizado como una herramienta de presión por la administración Trump, que buscaría impulsar sus objetivos migratorios”, señaló.

Destacó que el gobierno de Trump buscará reducir la presencia china en la región, especialmente en países como Nicaragua donde “si va a aumentar la presión, eso está por verse” y en Honduras, donde han favorecido a China como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.

¿Qué le espera a Honduras?

En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Según el analista político Carlos Cascante Segura, de la Universidad Nacional de Costa Rica, el regreso al poder podría tener repercusiones significativas. Uno de los principales efectos es el aumento de las deportaciones de centroamericanos hacia sus países de origen.

“El tema migratorio para Centroamérica es un tema clave. Yo no creo que se produzcan las amenazas máximas de deportación de centroamericanos, pero sí es cierto que muchos sí van a ser deportados y nuestros países no están preparados para recibirlos”, alertó Cascante.

El analista advirtió que otro elemento que va a ser medular para Centroamérica es la relación con China.

“El comercio regional podría ser utilizado como una herramienta de presión por la administración Trump, que buscaría impulsar sus objetivos migratorios”, señaló.

Destacó que el gobierno de Trump buscará reducir la presencia china en la región, especialmente en países como Nicaragua donde “si va a aumentar la presión, eso está por verse” y en Honduras, donde han favorecido a China como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.

¿Qué le espera a Honduras?

En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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Donald Trump asumirá el poder este lunes 20 de enero y los países de Centroamérica se enfrentan a un panorama incierto, donde las políticas migratorias y económicas podrían determinar la profundización de la pobreza o nuevas alianzas en la región.

Según el analista político Carlos Cascante Segura, de la Universidad Nacional de Costa Rica, el regreso al poder podría tener repercusiones significativas. Uno de los principales efectos es el aumento de las deportaciones de centroamericanos hacia sus países de origen.

“El tema migratorio para Centroamérica es un tema clave. Yo no creo que se produzcan las amenazas máximas de deportación de centroamericanos, pero sí es cierto que muchos sí van a ser deportados y nuestros países no están preparados para recibirlos”, alertó Cascante.

El analista advirtió que otro elemento que va a ser medular para Centroamérica es la relación con China.

“El comercio regional podría ser utilizado como una herramienta de presión por la administración Trump, que buscaría impulsar sus objetivos migratorios”, señaló.

Destacó que el gobierno de Trump buscará reducir la presencia china en la región, especialmente en países como Nicaragua donde “si va a aumentar la presión, eso está por verse” y en Honduras, donde han favorecido a China como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.

¿Qué le espera a Honduras?

En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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¿Quién pierde y quién gana en Centroamérica con el regreso de Trump al poder?

En entrevista con Tu nota, el analista costarricense Carlos Cascante anticipa dos posturas disímiles: por un lado la política que se aplicará a Honduras, Nicaragua y Panamá. En el otro extremo estarán El Salvador y Guatemala.

El analista Carlos Cascante advierte que el regreso de Trump al poder podría tener repercusiones significativas. – Foto: tunota

Donald Trump asumirá el poder este lunes 20 de enero y los países de Centroamérica se enfrentan a un panorama incierto, donde las políticas migratorias y económicas podrían determinar la profundización de la pobreza o nuevas alianzas en la región.

Según el analista político Carlos Cascante Segura, de la Universidad Nacional de Costa Rica, el regreso al poder podría tener repercusiones significativas. Uno de los principales efectos es el aumento de las deportaciones de centroamericanos hacia sus países de origen.

“El tema migratorio para Centroamérica es un tema clave. Yo no creo que se produzcan las amenazas máximas de deportación de centroamericanos, pero sí es cierto que muchos sí van a ser deportados y nuestros países no están preparados para recibirlos”, alertó Cascante.

El analista advirtió que otro elemento que va a ser medular para Centroamérica es la relación con China.

“El comercio regional podría ser utilizado como una herramienta de presión por la administración Trump, que buscaría impulsar sus objetivos migratorios”, señaló.

Destacó que el gobierno de Trump buscará reducir la presencia china en la región, especialmente en países como Nicaragua donde “si va a aumentar la presión, eso está por verse” y en Honduras, donde han favorecido a China como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.

¿Qué le espera a Honduras?

En los últimos tres años Honduras ha mantenido relaciones cercanas con países con los que Estados Unidos no ha tenido buena relación como China y Venezuela.

“Me parece que sí van a sufrir esa presión y también el elemento migratorio que ha caracterizado las relaciones entre Honduras y los Estados Unidos, nos va a llevar a tener fuertes presiones”, expresó Cascante.

Es de recordar, que el gobierno Hondureño lanzó un “dardo” a los Estados Unidos al amenazar con cerrar la base militar estadounidense en caso de deportaciones masivas de inmigrantes hondureños indocumentados. Esto podría traer consecuencias negativas para el país.

En ese sentido, tanto Honduras como Nicaragua podrían enfrentar fuertes presiones para recortar la presencia de empresas chinas en sus economías, especialmente en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la infraestructura.

El Salvador y Guatemala: relaciones cordiales

Por otro lado, algunos países de la región podrían ver relaciones más cordiales con la administración Trump.

Cascante indicó que la postura de El Salvador, bajo el liderazgo de Nayib Bukele, será particularmente beneficiosa para las relaciones bilaterales.

“Con El Salvador van a tener relaciones muy cordiales, es decir, la posición de Bukele frente a la administración Trump va a ser muy, muy, muy beneficiosa”, indicó Cascante.

En el caso de Guatemala, Cascante explicó que ese país ha seguido una línea proestadounidense, no se anticipan cambios drásticos, aunque el país podría verse afectado por las estrictas “exigencias migratorias de Trump”.

Costa Rica no espera grandes cambios en sus relaciones con Estados Unidos, pero podría enfrentar más presiones relacionadas con el desarrollo “de la red 5G, un tema de debate en el país”.

Cascante advirtió que la administración Trump podría presionar a Costa Rica para tomar decisiones más alineadas con sus intereses en tecnología.

Panamá, por su parte, enfrentará fuertes presiones debido a su vínculo con China, ya que Estados Unidos probablemente no aceptará que compañías vinculadas a China sigan operando en sectores estratégicos panameños.

“En el caso de Panamá va a haber muchísima presión porque no veo a las autoridades estadounidenses en la administración Trump aceptando la presencia de compañías chinas vinculadas al manejo del canal de Panamá”, manifestó Cascante.

Desafíos y oportunidades para Centroamérica

Pese a los desafíos que pueda traer el regreso de Trump al poder, también podría representar una oportunidad para los países que mantienen una postura favorable hacia Estados Unidos, como El Salvador y Guatemala.

En general, la región deberá navegar cuidadosamente entre las presiones externas y los intereses nacionales para no perder terreno frente a las políticas de la administración Trump.


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