¿Por qué la investidura presidencial de Donald Trump es el 20 de enero?

¿Por qué la investidura presidencial de Donald Trump es el 20 de enero?

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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Normalmente se realiza en las afueras del Capitolio, pero debido a las extremas temperaturas bajas, Trump anunció que se realizará dentro.

La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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El evento será atípico ya que se realizará dentro del Capitolio en Washington, en donde hace cuatro años partidarios del magnate republicano irrumpieron para impedir la ratificación de la elección presidencial de Joe Biden.

Normalmente se realiza en las afueras del Capitolio, pero debido a las extremas temperaturas bajas, Trump anunció que se realizará dentro.

La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

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Donald Trump vuelve a la Casa Blanca tras haber ganado las elecciones generales de noviembre. Su rol oficial como el presidente número 47 de Estados Unidos comienza con su toma de posesión este 20 de enero con un evento denominado en inglés como “Inauguration Day“.

El evento será atípico ya que se realizará dentro del Capitolio en Washington, en donde hace cuatro años partidarios del magnate republicano irrumpieron para impedir la ratificación de la elección presidencial de Joe Biden.

Normalmente se realiza en las afueras del Capitolio, pero debido a las extremas temperaturas bajas, Trump anunció que se realizará dentro.

La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

La Enmienda 20

El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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Donald Trump vuelve a la Casa Blanca tras haber ganado las elecciones generales de noviembre. Su rol oficial como el presidente número 47 de Estados Unidos comienza con su toma de posesión este 20 de enero con un evento denominado en inglés como “Inauguration Day“.

El evento será atípico ya que se realizará dentro del Capitolio en Washington, en donde hace cuatro años partidarios del magnate republicano irrumpieron para impedir la ratificación de la elección presidencial de Joe Biden.

Normalmente se realiza en las afueras del Capitolio, pero debido a las extremas temperaturas bajas, Trump anunció que se realizará dentro.

La investidura presidencial de Estados Unidos es un acto solemne y lleno de tradiciones, marca el inicio oficial del mandato de un nuevo presidente. Pero, ¿por qué se lleva a cabo exactamente el 20 de enero?

La respuesta radica en la historia política del país, las reformas constitucionales y la evolución de las necesidades prácticas de la transición de poder.

Cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos en 1787, los autores establecieron que el mandato presidencial comenzaría el 4 de marzo del año siguiente a las elecciones. Esta fecha fue elegida principalmente por razones logísticas.

En el siglo XVIII, las elecciones nacionales requerían mucho tiempo debido a las limitaciones en los medios de transporte y comunicación. Los votos debían ser recolectados y contados, y los resultados finales transmitidos a la capital, lo cual podía tomar semanas o incluso meses.

Aunque el 4 de marzo funcionó durante décadas, con el tiempo comenzaron a surgir problemas. Una de las mayores críticas era el periodo excesivamente largo entre las elecciones (que se celebran en noviembre) y la toma de posesión del nuevo presidente en marzo.

Durante este periodo, conocido como “lame duck” (literalmente “pato cojo”), el presidente saliente seguía en el cargo, aunque en muchos casos ya no tenía apoyo político ni autoridad efectiva para gobernar.

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El cambio oficial llegó con la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933. Esta enmienda, conocida como la “Enmienda del Pato Cojo”, fue impulsada por la necesidad de modernizar el calendario político y hacer más eficiente la transición presidencial.

La Enmienda 20 establece en su sección 1 que “los mandatos del presidente y del vicepresidente terminarán al mediodía del 20 de enero” y que los nuevos mandatos comenzarán inmediatamente después.

Esta fecha fue elegida porque proporcionaba suficiente tiempo, en las condiciones de la época, para contar los votos, resolver cualquier disputa electoral y organizar la ceremonia de investidura, sin extender innecesariamente el periodo de transición.

El 20 de enero de 1937, Franklin D. Roosevelt se convirtió en el primer presidente en ser investido bajo este nuevo calendario. Desde entonces, la fecha se ha mantenido como un elemento fijo del sistema político estadounidense.

Además, el Día de la Inauguración es un feriado federal, pero sólo para los trabajadores del área de Washington, DC, según la Oficina de Administración de Personal de los EE. UU.


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