Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
El domingo partieron a pie y continuaron en motocicleta el lunes y finalmente llegaron a Palestina, Olancho, donde el niño recibió suero y mostró una leve mejoría, según relato del ciudadano al Noticiero TN5 Matutino de Canal 5.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
Según relató el padre, el pequeño comenzó con vómitos y diarrea que se agravaron con el paso de los días. Ante la falta de servicios médicos cercanos, la familia inició un desesperado viaje.
El domingo partieron a pie y continuaron en motocicleta el lunes y finalmente llegaron a Palestina, Olancho, donde el niño recibió suero y mostró una leve mejoría, según relato del ciudadano al Noticiero TN5 Matutino de Canal 5.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
Una desgarradora historia de lucha y dolor se dio a conocer luego que Marvin Gabriel Sandoval, un bebé de 8 meses de edad, perdió la vida tras un arduo recorrido de cuatro días que sus padres emprendieron para buscar atención médica desde la remota comunidad de El Encanto, Río Corto, en Catacamas, Olancho, hasta Tegucigalpa.
Según relató el padre, el pequeño comenzó con vómitos y diarrea que se agravaron con el paso de los días. Ante la falta de servicios médicos cercanos, la familia inició un desesperado viaje.
El domingo partieron a pie y continuaron en motocicleta el lunes y finalmente llegaron a Palestina, Olancho, donde el niño recibió suero y mostró una leve mejoría, según relato del ciudadano al Noticiero TN5 Matutino de Canal 5.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.
“Caminamos cuatro días para salvar a nuestro hijo, pero no lo logramos”: el dolor de una familia hondureña ante la falta de acceso a servicios básicos.
Una desgarradora historia de lucha y dolor se dio a conocer luego que Marvin Gabriel Sandoval, un bebé de 8 meses de edad, perdió la vida tras un arduo recorrido de cuatro días que sus padres emprendieron para buscar atención médica desde la remota comunidad de El Encanto, Río Corto, en Catacamas, Olancho, hasta Tegucigalpa.
Según relató el padre, el pequeño comenzó con vómitos y diarrea que se agravaron con el paso de los días. Ante la falta de servicios médicos cercanos, la familia inició un desesperado viaje.
El domingo partieron a pie y continuaron en motocicleta el lunes y finalmente llegaron a Palestina, Olancho, donde el niño recibió suero y mostró una leve mejoría, según relato del ciudadano al Noticiero TN5 Matutino de Canal 5.
Sin embargo, su estado empeoró nuevamente, lo que obligó a trasladarlo a Danlí y luego a Tegucigalpa. Pese a los esfuerzos, el bebé falleció antes de llegar al hospital.
“Por la distancia y la falta de transporte rápido, no pude salvarle la vida. Uno por un hijo hace hasta lo último, pero no se pudo hacer nada”, expresó el padre con evidente pesar.
El jueves previo a su muerte, el pequeño Marvin había estado jugando con su familia, pero al día siguiente dejó de comer y su estado se deterioró rápidamente.
Cómo ayudar
Ahora, los padres enfrentan la dura tarea de trasladar el cuerpo del menor a Palestina, Olancho, para darle sepultura. La familia solicita apoyo de la población para costear el transporte y un ataúd. Aquellos que deseen ayudar pueden comunicarse al número 9969-8540.
La tragedia pone en evidencia la precaria situación de salud y transporte en las comunidades rurales de Honduras, donde la falta de acceso a atención médica oportuna y medios de traslado adecuados sigue costando vidas.