Padre Carlos Rubio pide a las autoridades no actuar de forma egoísta ni partidaria

Padre Carlos Rubio pide a las autoridades no actuar de forma egoísta ni partidaria

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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En ese sentido, consideró que el nacimiento de Jesús en un pesebre, y “sentirse necesitado de los brazos, de la ternura, de unos padres como María y José y morir en la cruz despojado de todo, hasta de sus vestiduras”, enseña que “el primer solidario con la humanidad es el mismo Redentor Jesucristo, pero no para que permanezcamos en la miseria y la pobreza, sino para enriquecernos”.

Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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En entrevista con HRN, Rubio reconoció la dura realidad de desesperanza, pobreza, lucha, combate y enfermedad que vive el ser humano.

En ese sentido, consideró que el nacimiento de Jesús en un pesebre, y “sentirse necesitado de los brazos, de la ternura, de unos padres como María y José y morir en la cruz despojado de todo, hasta de sus vestiduras”, enseña que “el primer solidario con la humanidad es el mismo Redentor Jesucristo, pero no para que permanezcamos en la miseria y la pobreza, sino para enriquecernos”.

Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Además, pidió a las autoridades no actuar de forma egoísta ni partidaria, sino priorizando el bien común.

En entrevista con HRN, Rubio reconoció la dura realidad de desesperanza, pobreza, lucha, combate y enfermedad que vive el ser humano.

En ese sentido, consideró que el nacimiento de Jesús en un pesebre, y “sentirse necesitado de los brazos, de la ternura, de unos padres como María y José y morir en la cruz despojado de todo, hasta de sus vestiduras”, enseña que “el primer solidario con la humanidad es el mismo Redentor Jesucristo, pero no para que permanezcamos en la miseria y la pobreza, sino para enriquecernos”.

Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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El sacerdote católico Carlos Rubio hizo un llamado este martes, en la víspera de la Navidad, a abrir el corazón al amor, al perdón y a la reconciliación, y “dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano”.

Además, pidió a las autoridades no actuar de forma egoísta ni partidaria, sino priorizando el bien común.

En entrevista con HRN, Rubio reconoció la dura realidad de desesperanza, pobreza, lucha, combate y enfermedad que vive el ser humano.

En ese sentido, consideró que el nacimiento de Jesús en un pesebre, y “sentirse necesitado de los brazos, de la ternura, de unos padres como María y José y morir en la cruz despojado de todo, hasta de sus vestiduras”, enseña que “el primer solidario con la humanidad es el mismo Redentor Jesucristo, pero no para que permanezcamos en la miseria y la pobreza, sino para enriquecernos”.

Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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Padre Carlos Rubio pide a las autoridades no actuar de forma egoísta ni partidaria

Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

El sacerdote católico Carlos Rubio hizo un llamado este martes, en la víspera de la Navidad, a abrir el corazón al amor, al perdón y a la reconciliación, y “dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano”.

Además, pidió a las autoridades no actuar de forma egoísta ni partidaria, sino priorizando el bien común.

En entrevista con HRN, Rubio reconoció la dura realidad de desesperanza, pobreza, lucha, combate y enfermedad que vive el ser humano.

En ese sentido, consideró que el nacimiento de Jesús en un pesebre, y “sentirse necesitado de los brazos, de la ternura, de unos padres como María y José y morir en la cruz despojado de todo, hasta de sus vestiduras”, enseña que “el primer solidario con la humanidad es el mismo Redentor Jesucristo, pero no para que permanezcamos en la miseria y la pobreza, sino para enriquecernos”.

Hizo un llamado a la reconciliación y a dejar a un lado la ambición y todo aquello que empobrece al ser humano.

“Si nos entretenemos en las cosas solamente del mundo, el afán, llegamos a eso, a empobrecer el corazón, a dejarnos corromper por la corrupción, de la ambición y de la avaricia y todo, y a ser egoístas”, reflexionó.

Rubio detalló que Jesús es un ejemplo y que recuerda a la Navidad para “abrir el corazón, que el corazón de cada uno se convierta en el nuevo pesebre del redentor del mundo para que él nos venga a enriquecer con todo su amor, con toda su gracia”.

Sin embargo, lamentó que en la actualidad el hombre le haya cerrado sus sentimientos a Dios.

“Cuando el hombre le cierra el corazón a Dios, le cierra la oportunidad a toda la vida de transformación y de gracia, pero cuando cada uno abre su corazón a este amor infinito de Dios, se llena y es lo que puede compartir”.

Además, instó a ser solidarios y desprendidos, sobre todo en estas fechas de dar amor y bendición al prójimo.

“El mundo va a cambiar si cada uno de nosotros cambiamos, somos solidarios, somos desprendidos, tomamos otras actitudes”, expresó.

Rubio hizo también un llamado para que cada uno de los hondureños sea un instrumento de bien para cambiar la sociedad, “y los primeros, no hay duda, que son las autoridades, que son los que se les ha confiado los destinos del país”.

En ese sentido, consideró que debe haber conciencia y justicia social y que se debe trabajar por la dignidad de las personas, pues cada hondureño “merece una vida digna, una casa digna, un hogar digno, donde vivir en paz”.

También en su mensaje a las autoridades que “si siempre tenemos como prioridad el bien común, no hay duda de que la realidad del país va a cambiar”.

En referencia a los líderes que gobiernan y que toman decisiones, exhortó que esas decisiones sean acertadas buscando el desarrollo integral de las personas y no actuando egoístamente ni partidariamente ni de grupo, sino “como nos ha dicho la Conferencia Episcopal, siempre priorizar el bien común”.

Mensaje de Navidad

A pocas horas del nacimiento del hijo de Dios, el párroco envió un mensaje a los hondureños.

“Que esta Navidad nos encuentre con disponibilidad y con esperanza para que este año que termina y el que comience lo comencemos con nuevos proyectos, más metas, nuevos deseos, pero sobre todo engrandecer el corazón practicando el bien, obrando el bien hacia todos y dejando de hacer lo que no agrada al Señor y que no nos dignifica como persona”, concluyó.



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