Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
La violencia contra diputados no es un fenómeno reciente en Honduras. Desde el asesinato de Armando Ávila Panchamé en 2003, la lista de ataques mortales incluye nombres como Ricardo Antonio Peña, Juan Ramón Salgado y los miembros de la familia Gauggel.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
La violencia contra diputados no es un fenómeno reciente en Honduras. Desde el asesinato de Armando Ávila Panchamé en 2003, la lista de ataques mortales incluye nombres como Ricardo Antonio Peña, Juan Ramón Salgado y los miembros de la familia Gauggel.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
“El próximo proceso electoral podría convertirse en el más violento de la historia”, advierte el analista Raúl Pineda Alvarado.
El analista dice que esta situación inevitablemente conducirá a una mayor ideologización, marcada por la resistencia de la clase gobernante a ceder el poder frente a una oposición fortalecida, lo que hace que la confrontación sea casi inevitable.
Un pasado marcado por la sangre
La violencia contra diputados no es un fenómeno reciente en Honduras. Desde el asesinato de Armando Ávila Panchamé en 2003, la lista de ataques mortales incluye nombres como Ricardo Antonio Peña, Juan Ramón Salgado y los miembros de la familia Gauggel.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Este contexto de violencia política, exacerbado por una creciente infiltración del crimen organizado, configura un ambiente electoral cada vez más peligroso en Honduras.
“El próximo proceso electoral podría convertirse en el más violento de la historia”, advierte el analista Raúl Pineda Alvarado.
El analista dice que esta situación inevitablemente conducirá a una mayor ideologización, marcada por la resistencia de la clase gobernante a ceder el poder frente a una oposición fortalecida, lo que hace que la confrontación sea casi inevitable.
Un pasado marcado por la sangre
La violencia contra diputados no es un fenómeno reciente en Honduras. Desde el asesinato de Armando Ávila Panchamé en 2003, la lista de ataques mortales incluye nombres como Ricardo Antonio Peña, Juan Ramón Salgado y los miembros de la familia Gauggel.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
En Honduras, ser diputado no solo significa legislar; también implica enfrentar amenazas mortales. Desde el año 2000, 11 diputados y exdiputados han sido asesinados, mientras que otros seis sobrevivieron a atentados.
Este contexto de violencia política, exacerbado por una creciente infiltración del crimen organizado, configura un ambiente electoral cada vez más peligroso en Honduras.
“El próximo proceso electoral podría convertirse en el más violento de la historia”, advierte el analista Raúl Pineda Alvarado.
El analista dice que esta situación inevitablemente conducirá a una mayor ideologización, marcada por la resistencia de la clase gobernante a ceder el poder frente a una oposición fortalecida, lo que hace que la confrontación sea casi inevitable.
Un pasado marcado por la sangre
La violencia contra diputados no es un fenómeno reciente en Honduras. Desde el asesinato de Armando Ávila Panchamé en 2003, la lista de ataques mortales incluye nombres como Ricardo Antonio Peña, Juan Ramón Salgado y los miembros de la familia Gauggel.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.
Desde el año 2000, los diputados están bajo amenaza, la que puede agudizarse en el próximo proceso electoral, alerta analista.
En Honduras, ser diputado no solo significa legislar; también implica enfrentar amenazas mortales. Desde el año 2000, 11 diputados y exdiputados han sido asesinados, mientras que otros seis sobrevivieron a atentados.
Este contexto de violencia política, exacerbado por una creciente infiltración del crimen organizado, configura un ambiente electoral cada vez más peligroso en Honduras.
“El próximo proceso electoral podría convertirse en el más violento de la historia”, advierte el analista Raúl Pineda Alvarado.
El analista dice que esta situación inevitablemente conducirá a una mayor ideologización, marcada por la resistencia de la clase gobernante a ceder el poder frente a una oposición fortalecida, lo que hace que la confrontación sea casi inevitable.
Un pasado marcado por la sangre
La violencia contra diputados no es un fenómeno reciente en Honduras. Desde el asesinato de Armando Ávila Panchamé en 2003, la lista de ataques mortales incluye nombres como Ricardo Antonio Peña, Juan Ramón Salgado y los miembros de la familia Gauggel.
Estos crímenes no solo reflejan rivalidades políticas, sino también el peso del narcotráfico y el crimen organizado.
Por ejemplo, Ávila Panchamé fue vinculado al narcotráfico antes de que lo asesinaran dentro de la cárcel.
Ricardo Antonio Peña, por su parte, fue acribillado por hombres disfrazados de policías, en lo que se interpretó como una represalia vinculada al tráfico de heroína.
El papel del dinero en la política
La financiación electoral en Honduras está dominada por intereses oscuros. “Las campañas basadas en dinero sucio convierten a muchos políticos en piezas de ajedrez para los criminales”, explica Pineda Alvarado.
Esta dependencia económica genera un pacto tácito: quien recibe financiación ilícita debe cumplir con las demandas de sus benefactores. De lo contrario, los diputados enfrentan amenazas, atentados o incluso la muerte.
Los atentados no han sido exclusivos de un partido político. Desde el liberal Fredy Nájera hasta el nacionalista Juan de Jesús Madrid Deras, todos eran víctimas potenciales de un sistema donde las alianzas con el crimen organizado son moneda corriente.
Estos ataques a los diputados aseguran que buscan influir en los resultados electorales y sembrar el miedo entre el electorado.
Los asesinatos que marcaron a Honduras
A continuación, una cronología de los asesinatos que ensombrecen la política hondureña:
2003: Armando Ávila Panchamé, fue asesinado dentro de la cárcel por otro reo, después que un juez lo declaró culpable por narcotráfico. Su muerte evidenció las conexiones entre la política y el crimen organizado.
2004:Ricardo Antonio Peña, exdiputado del Partido Nacional, fue acribillado en su residencia por hombres disfrazados de policías. En Panamá, meses atrás, había sido detenido por tráfico de heroína.
2006:Juan Ramón Salgado Cuevas, diputado liberal, fue asesinado por falsos policías en su vivienda. El caso fue vinculado al crimen organizado y reveló testimonios de vínculos con narcotraficantes.
2008:Douglas García Hernández, exdiputado nacionalista, lo mataron a balazos en San Pedro Sula, quedando dentro de su vehículo.
2008:Mario Fernando Hernández Bonilla, vicepresidente alterno del Congreso Nacional, lo emboscaron y acribillaron. Años después, se confirmó que el narcotraficante “Don H” había ordenado su asesinato.
2009:Bernardo Rivera, exdiputado liberal, lo secuestraron y asesinaron. Su osamenta fue hallada meses después en Copán.
2010: Juan de Jesús Madrid Deras, diputado nacionalista, lo asesinaron durante un ataque armado en Copán Ruinas.
2015: José Eduardo Gauggel Rivas y su hijo José Eduardo Gauggel Medina, exdiputados liberales, los asesinaron en San Pedro Sula en un ataque premeditado.
2015:Juan Gómez Meléndez, exdiputado nacionalista, fue abatido frente a una institución bancaria en Tocoa, Colón.
2020:Hugo Pinto, exdiputado nacionalista, fue asesinado en su vivienda junto a otra persona en El Paraíso, Copán.
2021:Carolina Echeverría Haylock, exdiputada liberal, fue asesinada en su residencia en un ataque que también dejó herido a su esposo.
El entonces diputado Miguel Arita Paz cuando era atendido en un hospital tras recibir un atentado en 2015.
Atentados que no discriminan partidos
Los atentados han puesto en riesgo a diputados de diferentes partidos políticos. Estos son algunos de los más relevantes:
2014:Fredy Nájera, diputado liberal, sufrió un atentado en Olancho que lo dejó con múltiples heridas de bala. Actualmente cumple una condena en Estados Unidos por narcotráfico.
2015:Miguel Arita Paz, exdiputado suplente, resultó herido tras un ataque mientras supervisaba una construcción en Santa Bárbara.
2016:Carlos René Fernández Rosa, diputado liberal, lo atacaron en un confuso incidente en Copán. Es hermano de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
2017:Teresa Concepción Cálix Raudales, diputada nacionalista, denunció tres atentados consecutivos contra su residencia en Olancho.
2018:Raúl Sarmiento, exdiputado suplente nacionalista, lo hirieron tras un atentado en Juticalpa.
2019:Maylo Wood Granwell, exdiputado nacionalista, sufrió un ataque frente a su vivienda en Puerto Lempira.
La necesidad de reformas
Reducir los costos de campaña y establecer controles estrictos sobre el financiamiento electoral son pasos esenciales.
Sin estas reformas, la política continuará siendo un escenario donde la violencia domina sobre el debate democrático.
Honduras enfrenta un desafío crítico en sus elecciones primarias y generales programadas para 2025: detener la violencia política antes de que cobre más vidas.
Reformas estructurales y el compromiso serio de las autoridades son indispensables para evitar que el país caiga en un escenario electoral aún más caótico y sangriento.