Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre la desinformación que circula en torno a la Iglesia católica y al papa Francisco.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Resaltó que Jesús nació y vino al mundo para ser testigo de esa verdad.
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre la desinformación que circula en torno a la Iglesia católica y al papa Francisco.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
En este contexto, monseñor Nácher Tatay profundizó en el reinado de Jesús, mencionando que “mi misión consiste en dar testimonio de la verdad”.
Resaltó que Jesús nació y vino al mundo para ser testigo de esa verdad.
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre la desinformación que circula en torno a la Iglesia católica y al papa Francisco.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Nácher se refirió al evangelio de Juan, donde Pilato le pregunta a Jesús: “¿Entonces eres rey?”, a lo que Jesús responde: “Tú lo has dicho, soy rey”.
En este contexto, monseñor Nácher Tatay profundizó en el reinado de Jesús, mencionando que “mi misión consiste en dar testimonio de la verdad”.
Resaltó que Jesús nació y vino al mundo para ser testigo de esa verdad.
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre la desinformación que circula en torno a la Iglesia católica y al papa Francisco.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
En la homilía celebrada este domingo en la Catedral Metropolitana de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher Tatay, presidente de la Conferencia Episcopal, destacó la importancia de la verdad, reflexionando sobre la solemnidad de Cristo Rey, que marca el cierre del año litúrgico.
Nácher se refirió al evangelio de Juan, donde Pilato le pregunta a Jesús: “¿Entonces eres rey?”, a lo que Jesús responde: “Tú lo has dicho, soy rey”.
En este contexto, monseñor Nácher Tatay profundizó en el reinado de Jesús, mencionando que “mi misión consiste en dar testimonio de la verdad”.
Resaltó que Jesús nació y vino al mundo para ser testigo de esa verdad.
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre la desinformación que circula en torno a la Iglesia católica y al papa Francisco.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.
Monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada.
Monseñor condenó que circula desinformación en torno a la Iglesia Católica y al Papa Francisco.
–
Foto: Cortesía
En la homilía celebrada este domingo en la Catedral Metropolitana de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher Tatay, presidente de la Conferencia Episcopal, destacó la importancia de la verdad, reflexionando sobre la solemnidad de Cristo Rey, que marca el cierre del año litúrgico.
Nácher se refirió al evangelio de Juan, donde Pilato le pregunta a Jesús: “¿Entonces eres rey?”, a lo que Jesús responde: “Tú lo has dicho, soy rey”.
En este contexto, monseñor Nácher Tatay profundizó en el reinado de Jesús, mencionando que “mi misión consiste en dar testimonio de la verdad”.
Resaltó que Jesús nació y vino al mundo para ser testigo de esa verdad.
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre la desinformación que circula en torno a la Iglesia católica y al papa Francisco.
“¿Por qué tanta gente anda diciendo cosas sin sentido de la Iglesia católica o del papa Francisco?”.
A lo que respondió: “Porque no escuchan a la Iglesia católica, al papa, porque no son de la verdad”.
Hizo un llamado a escuchar más la voz de la Iglesia y a los sacerdotes.
“Cuanto más escuchemos al santo padre y a estos pequeños servidores colaboradores que somos los obispos y sacerdotes, tanto más seremos de la verdad”.
Monseñor Nácher Tatay subrayó que Jesús, en diversos momentos del evangelio, se presenta como “testigo y servidor de la verdad que Él anuncia y personifica”.
Destaca que la verdad no es solo una cualidad de palabras, sino una “persona” que tiene un rostro. “La verdad con mayúscula existe y tiene un rostro, el de Jesucristo”.
La verdad se ha vuelto relativizada
También abordó la idea de que en la sociedad actual, la verdad se ha vuelto relativizada.
“Muchos dicen que lo verdadero o falso es una opción personal, que depende de lo que nos parece o nos apetece”.
Sin embargo, los cristianos afirman que la verdad no depende de sentimientos colectivos o particulares, sino de la realidad superior “que nos ha sido revelada en Jesucristo”, aseveró.
A lo largo de su homilía, monseñor Nácher Tatay también reflexionó sobre el concepto de “postverdad” en la sociedad contemporánea, donde la verdad parece ser reemplazada por lo que se dice o no se dice en las redes sociales.
Sin embargo, enfatizó que “la verdad con rostro, la verdad en persona, nunca dejará de ser clave para la humanidad”.
Concluyó diciendo que “nada es igual sin Jesucristo, testigo de la verdad, el rey de la verdad”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un mensaje de esperanza, destacando que la fiesta de Cristo Rey es una manera de afirmar que el camino de la fe tiene una meta concreta y verdadera. “La presencia gloriosa de Jesucristo”.