Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
Fue así como, cuatro meses después de esa conversación logró cumplirles el sueño gracias a la ayuda de personas de buen corazón que ayudaron monetariamente para la compra.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
“Les pregunté que era lo que más deseaban que les regalara y ambas (una de 8 años y la otra de 10) me dijeron que una bicicleta”, comenzó narrando.
Fue así como, cuatro meses después de esa conversación logró cumplirles el sueño gracias a la ayuda de personas de buen corazón que ayudaron monetariamente para la compra.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
Tras comprarles todo su producto para que pudieran regresar a su casa, que queda a cuatro horas en bus desde el centro de la ciudad, comenzó a platicar con ellas para conocerlas.
“Les pregunté que era lo que más deseaban que les regalara y ambas (una de 8 años y la otra de 10) me dijeron que una bicicleta”, comenzó narrando.
Fue así como, cuatro meses después de esa conversación logró cumplirles el sueño gracias a la ayuda de personas de buen corazón que ayudaron monetariamente para la compra.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
En uno de los viajes que el creador de contenido realizó al municipio de Ojojona, ubicado al sur del departamento de Francisco Morazán, encontró a las menores vendiendo mangos, limones y naranjas.
Tras comprarles todo su producto para que pudieran regresar a su casa, que queda a cuatro horas en bus desde el centro de la ciudad, comenzó a platicar con ellas para conocerlas.
“Les pregunté que era lo que más deseaban que les regalara y ambas (una de 8 años y la otra de 10) me dijeron que una bicicleta”, comenzó narrando.
Fue así como, cuatro meses después de esa conversación logró cumplirles el sueño gracias a la ayuda de personas de buen corazón que ayudaron monetariamente para la compra.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
El influencer hondureño conocido como Soy Rosel compartió en las últimas horas el acto de solidaridad que tuvo con dos hermanitas que se dedican a vender verduras y frutas en las calles.
En uno de los viajes que el creador de contenido realizó al municipio de Ojojona, ubicado al sur del departamento de Francisco Morazán, encontró a las menores vendiendo mangos, limones y naranjas.
Tras comprarles todo su producto para que pudieran regresar a su casa, que queda a cuatro horas en bus desde el centro de la ciudad, comenzó a platicar con ellas para conocerlas.
“Les pregunté que era lo que más deseaban que les regalara y ambas (una de 8 años y la otra de 10) me dijeron que una bicicleta”, comenzó narrando.
Fue así como, cuatro meses después de esa conversación logró cumplirles el sueño gracias a la ayuda de personas de buen corazón que ayudaron monetariamente para la compra.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.
¡Solidaridad! Este es el emotivo video del momento en que el catracho cumple el sueño de las hermanitas que son vendedoras ambulantes.
El influencer hondureño conocido como Soy Rosel compartió en las últimas horas el acto de solidaridad que tuvo con dos hermanitas que se dedican a vender verduras y frutas en las calles.
En uno de los viajes que el creador de contenido realizó al municipio de Ojojona, ubicado al sur del departamento de Francisco Morazán, encontró a las menores vendiendo mangos, limones y naranjas.
Tras comprarles todo su producto para que pudieran regresar a su casa, que queda a cuatro horas en bus desde el centro de la ciudad, comenzó a platicar con ellas para conocerlas.
“Les pregunté que era lo que más deseaban que les regalara y ambas (una de 8 años y la otra de 10) me dijeron que una bicicleta”, comenzó narrando.
Fue así como, cuatro meses después de esa conversación logró cumplirles el sueño gracias a la ayuda de personas de buen corazón que ayudaron monetariamente para la compra.
“Cuando llegamos a esa aldea que se llama San Carlos, fue muy bonito el recibimiento que nos dieron; llegamos con las bicicletas para las dos niñas”, agregó.
Sin embargo, dice que el sentimiento fue agridulce porque le cumplió el sueño a las hermanitas, pero desconocía que en el lugar habían más niños, por lo que no les llevó nada.
Soy Rosel se dedica a este tipo de acciones y en la actualidad se encuentra construyendo un asilo de ancianos en el municipio de Tocoa, departamento de Colón.