Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
El día de la cita, la joven dominicana, que había estado soñando con conocer la famosa comida hondureña y pasar un buen rato con su “catracho”, no pudo imaginar que la experiencia tomara un giro inesperado. Juan la invitó a su casa, pero lo que no le dijo fue que su madre también estaría allí.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
“Era fuertecito, con una cara tallada por los dioses, ojos grandes, barba… todo lo que a mí me gusta”, explicó. Con una conexión inmediata, ambos comenzaron a hablar todos los días y, tras varias semanas de conversaciones, la joven decidió conocerlo en persona.
El día de la cita, la joven dominicana, que había estado soñando con conocer la famosa comida hondureña y pasar un buen rato con su “catracho”, no pudo imaginar que la experiencia tomara un giro inesperado. Juan la invitó a su casa, pero lo que no le dijo fue que su madre también estaría allí.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
La historia comenzó de forma típica: mensajes graciosos, risas y una atracción mutua. Ella no dudó en describirlo como el hombre perfecto.
“Era fuertecito, con una cara tallada por los dioses, ojos grandes, barba… todo lo que a mí me gusta”, explicó. Con una conexión inmediata, ambos comenzaron a hablar todos los días y, tras varias semanas de conversaciones, la joven decidió conocerlo en persona.
El día de la cita, la joven dominicana, que había estado soñando con conocer la famosa comida hondureña y pasar un buen rato con su “catracho”, no pudo imaginar que la experiencia tomara un giro inesperado. Juan la invitó a su casa, pero lo que no le dijo fue que su madre también estaría allí.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
En su video, la joven relató cómo conoció a un hondureño, a quien cariñosamente apodó “Juan”, a través de la plataforma de TikTok.
La historia comenzó de forma típica: mensajes graciosos, risas y una atracción mutua. Ella no dudó en describirlo como el hombre perfecto.
“Era fuertecito, con una cara tallada por los dioses, ojos grandes, barba… todo lo que a mí me gusta”, explicó. Con una conexión inmediata, ambos comenzaron a hablar todos los días y, tras varias semanas de conversaciones, la joven decidió conocerlo en persona.
El día de la cita, la joven dominicana, que había estado soñando con conocer la famosa comida hondureña y pasar un buen rato con su “catracho”, no pudo imaginar que la experiencia tomara un giro inesperado. Juan la invitó a su casa, pero lo que no le dijo fue que su madre también estaría allí.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
El amor, la sorpresa y las situaciones inesperadas fueron los ingredientes principales en la cita de una joven dominicana que decidió compartir su experiencia en TikTok, desatando un sinfín de reacciones en las redes sociales.
En su video, la joven relató cómo conoció a un hondureño, a quien cariñosamente apodó “Juan”, a través de la plataforma de TikTok.
La historia comenzó de forma típica: mensajes graciosos, risas y una atracción mutua. Ella no dudó en describirlo como el hombre perfecto.
“Era fuertecito, con una cara tallada por los dioses, ojos grandes, barba… todo lo que a mí me gusta”, explicó. Con una conexión inmediata, ambos comenzaron a hablar todos los días y, tras varias semanas de conversaciones, la joven decidió conocerlo en persona.
El día de la cita, la joven dominicana, que había estado soñando con conocer la famosa comida hondureña y pasar un buen rato con su “catracho”, no pudo imaginar que la experiencia tomara un giro inesperado. Juan la invitó a su casa, pero lo que no le dijo fue que su madre también estaría allí.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.
¿Pésima experiencia? Una joven dominicana compartió su inesperada cita con un hondureño en TikTok, donde esperaba un encuentro romántico, pero terminó en una situación incómoda con su madre.
La joven contando su experiencia con un hondureño.
–
Foto: Cortesía.
El amor, la sorpresa y las situaciones inesperadas fueron los ingredientes principales en la cita de una joven dominicana que decidió compartir su experiencia en TikTok, desatando un sinfín de reacciones en las redes sociales.
En su video, la joven relató cómo conoció a un hondureño, a quien cariñosamente apodó “Juan”, a través de la plataforma de TikTok.
La historia comenzó de forma típica: mensajes graciosos, risas y una atracción mutua. Ella no dudó en describirlo como el hombre perfecto.
“Era fuertecito, con una cara tallada por los dioses, ojos grandes, barba… todo lo que a mí me gusta”, explicó. Con una conexión inmediata, ambos comenzaron a hablar todos los días y, tras varias semanas de conversaciones, la joven decidió conocerlo en persona.
El día de la cita, la joven dominicana, que había estado soñando con conocer la famosa comida hondureña y pasar un buen rato con su “catracho”, no pudo imaginar que la experiencia tomara un giro inesperado. Juan la invitó a su casa, pero lo que no le dijo fue que su madre también estaría allí.
“Cuando llegamos, me di cuenta de que no estábamos solos. La mamá de Juan estaba ahí, y no solo eso, ¡toda la cita la pasamos con ella!”, contó en su video.
Según narró, la mamá de Juan parecía encantadora al principio, pero pronto comenzaron a surgir tensiones.
Durante la tarde, la señora no solo le mencionaba constantemente a la exnovia de su hijo, sino que también la invitó a cocinar juntas, dejándola en una incómoda situación cuando Juan decidió dormir mientras ella y su madre cocinaban.
“La mamá me enseñó fotos de su exnuera, me hablaba de las uñas, de cosas de su hija… me sentí como si fuera invisible”, relató la joven, explicando que la situación fue tan incómoda que terminó excluida en varias conversaciones, donde solo se hablaba de ellos dos.
El clímax de la cita llegó cuando la señora de Juan y él mismo decidieron ir al médico a una clínica, donde la joven fue dejada esperando en el carro, sin más compañía que la incomodidad.
Para colmo, la joven había deseado disfrutar de una “baleada”, un plato típico hondureño, pero terminó comiendo algo totalmente distinto, ya que la madre de Juan tenía otras preferencias.
No siguieron en contacto
El final de la historia fue igual de sorpresivo. Después de este peculiar encuentro, la joven y Juan decidieron no seguir en contacto. “Ya no nos hablamos más. Yo y mi catracho no volvimos a hablar, ni él me escribió, ni yo a él”, cerró la joven con una mezcla de resignación y humor.
Su relato rápidamente se viralizó, con miles de comentarios y reacciones que iban desde el humor hasta la empatía por la situación vivida.
“Venite a Roa y cambiamos esa historia”, “Tuvo la oportunidad que varios desearíamos y la cago seguro tiene mamitis”, “No te decepciones de los catrachos ya que te aseguro que no todos somos iguales”, son algunos comentarios.