Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Este número es un eco de la dura realidad que enfrentan las familias, que buscan en vano pistas que puedan llevarlas de vuelta a sus seres queridos.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
El camino hacia la identificación no siempre es claro. A falta de cifras precisas del gobierno federal, estima que 140 personas en situación de movilidad se encuentran en calidad de desaparecidos.
Este número es un eco de la dura realidad que enfrentan las familias, que buscan en vano pistas que puedan llevarlas de vuelta a sus seres queridos.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
El camino hacia la identificación no siempre es claro. A falta de cifras precisas del gobierno federal, estima que 140 personas en situación de movilidad se encuentran en calidad de desaparecidos.
Este número es un eco de la dura realidad que enfrentan las familias, que buscan en vano pistas que puedan llevarlas de vuelta a sus seres queridos.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
La amplia base de datos de huellas dactilares de estos países centroamericanos se convierte en un activo invaluable para identificar a los desaparecidos.
“En Honduras, contamos con una base de datos de huellas dactilares muy completa, y eso hace que la confronta sea más sencilla para nuestros casos”, explica Javier Sánchez Herrera, director de Servicios Periciales y Ciencias Forenses.
El desafío de identificar a los migrantes
El camino hacia la identificación no siempre es claro. A falta de cifras precisas del gobierno federal, estima que 140 personas en situación de movilidad se encuentran en calidad de desaparecidos.
Este número es un eco de la dura realidad que enfrentan las familias, que buscan en vano pistas que puedan llevarlas de vuelta a sus seres queridos.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
En un esfuerzo constante y desgarrador, la Fiscalía General del Estado de México, junto con países como Honduras, El Salvador y Nicaragua, despliega recursos para rastrear la identidad de los migrantes desaparecidos después que decidieron dejar su hogar en busca de un futuro mejor.
La amplia base de datos de huellas dactilares de estos países centroamericanos se convierte en un activo invaluable para identificar a los desaparecidos.
“En Honduras, contamos con una base de datos de huellas dactilares muy completa, y eso hace que la confronta sea más sencilla para nuestros casos”, explica Javier Sánchez Herrera, director de Servicios Periciales y Ciencias Forenses.
El desafío de identificar a los migrantes
El camino hacia la identificación no siempre es claro. A falta de cifras precisas del gobierno federal, estima que 140 personas en situación de movilidad se encuentran en calidad de desaparecidos.
Este número es un eco de la dura realidad que enfrentan las familias, que buscan en vano pistas que puedan llevarlas de vuelta a sus seres queridos.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.
Con bases de datos robustas en huellas dactilares, Honduras ofrece una ventaja en este proceso de identificación de migrantes desaparecidos.
En un esfuerzo constante y desgarrador, la Fiscalía General del Estado de México, junto con países como Honduras, El Salvador y Nicaragua, despliega recursos para rastrear la identidad de los migrantes desaparecidos después que decidieron dejar su hogar en busca de un futuro mejor.
La amplia base de datos de huellas dactilares de estos países centroamericanos se convierte en un activo invaluable para identificar a los desaparecidos.
“En Honduras, contamos con una base de datos de huellas dactilares muy completa, y eso hace que la confronta sea más sencilla para nuestros casos”, explica Javier Sánchez Herrera, director de Servicios Periciales y Ciencias Forenses.
El desafío de identificar a los migrantes
El camino hacia la identificación no siempre es claro. A falta de cifras precisas del gobierno federal, estima que 140 personas en situación de movilidad se encuentran en calidad de desaparecidos.
Este número es un eco de la dura realidad que enfrentan las familias, que buscan en vano pistas que puedan llevarlas de vuelta a sus seres queridos.
Cuando la autoridad extranjera sospecha que un migrante hondureño podría estar en México, inician el proceso.
Es entonces cuando envían al Registro Nacional de las Personas (RNP), fichas, fotografías y huellas, aunque no siempre la información llega completa.
“El problema es que, en muchos casos, las entrevistas que recibimos no contienen suficientes detalles, especialmente cuando no son de origen mexicano”, comenta Sánchez Herrera.
A diario cientos de migrantes cruzan hacia México. Foto: Diario de México.
Desafíos tecnológicos y administrativos
Los retos se multiplican cuando la información viene incompleta o en formato impreso para hallar a los migrantes desaparecidos.
Esto dificulta el proceso de cotejo de huellas, especialmente cuando hay una copia mal hecha de un perfil genético o de un registro dactilar que introduce errores potenciales.
“Regresamos la solicitud y pedimos que nos envíen la información en un formato digital. No nos podemos arriesgar a un fallo”, destaca Sánchez Herrera.
La tecnología y la burocracia se cruzan en este proceso, pero, como recalca el director, cada esfuerzo cuenta: “Hemos tenido resultados alentadores; ya hemos repatriado a algunas personas identificadas, no solo por huellas, sino también por tatuajes, cicatrices o dientes”.
Hondureños entre los ausentes
Las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas en México revelan 78 casos de migrantes extranjeros reportados en el municipio de Juárez, entre los que se encuentran tres hondureños.
La desaparición de migrantes, especialmente de aquellos que se embarcan en una travesía hacia los Estados Unidos, cobra relevancia y urgencia.
Sin embargo, la falta de denuncias formales de ausencia sigue siendo una barrera.
Una lucha compartida entre países
Honduras, con su base de datos de huellas, facilita en algo el proceso de identificación, para las autoridades mexicanas.
Ahora esperan que se incremente la colaboración de otros países para ampliar la identificación de migrantes.
“Para nosotros, cada solicitud es una esperanza de dar respuesta a una familia que espera y un recordatorio de que el esfuerzo compartido es nuestra única ruta para identificar a los ausentes”, afirma Sánchez Herrera.