Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
La organización Montes no dejó espacio para errores. Desde la recepción de cargamentos en Colón, Honduras, la cocaína viajó en transportes clandestinos hasta Guatemala, con México como punto de entrada final antes de cruzar a Estados Unidos.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
La organización Montes no dejó espacio para errores. Desde la recepción de cargamentos en Colón, Honduras, la cocaína viajó en transportes clandestinos hasta Guatemala, con México como punto de entrada final antes de cruzar a Estados Unidos.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
A García Teruel no solo se le confiaron las negociaciones con proveedores de cocaína en México y Sudamérica, sino que también actuaba como un enlace directo en reuniones claves de la red.
En 2014, una de sus misiones lo llevó hasta Panamá, donde cerró un acuerdo marítimo de cientos de kilos de cocaína, con la venia de Noe Montes, quien había delegado en él toda la autoridad necesaria.
Logística criminal que llevó kilos a toneladas
La organización Montes no dejó espacio para errores. Desde la recepción de cargamentos en Colón, Honduras, la cocaína viajó en transportes clandestinos hasta Guatemala, con México como punto de entrada final antes de cruzar a Estados Unidos.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
Su cercanía con Noe Montes Bobadilla, líder de la organización, lo llevó a coordinar millonarios envíos de cocaína desde Honduras hacia el norte, con destino final en las calles de Estados Unidos.
A García Teruel no solo se le confiaron las negociaciones con proveedores de cocaína en México y Sudamérica, sino que también actuaba como un enlace directo en reuniones claves de la red.
En 2014, una de sus misiones lo llevó hasta Panamá, donde cerró un acuerdo marítimo de cientos de kilos de cocaína, con la venia de Noe Montes, quien había delegado en él toda la autoridad necesaria.
Logística criminal que llevó kilos a toneladas
La organización Montes no dejó espacio para errores. Desde la recepción de cargamentos en Colón, Honduras, la cocaína viajó en transportes clandestinos hasta Guatemala, con México como punto de entrada final antes de cruzar a Estados Unidos.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
José del Trancito García Teruelera mucho más que un intermediario; su rol era el de un operador estratégico en la maquinaria de tráfico de drogas de los Montes Bobadilla.
Su cercanía con Noe Montes Bobadilla, líder de la organización, lo llevó a coordinar millonarios envíos de cocaína desde Honduras hacia el norte, con destino final en las calles de Estados Unidos.
A García Teruel no solo se le confiaron las negociaciones con proveedores de cocaína en México y Sudamérica, sino que también actuaba como un enlace directo en reuniones claves de la red.
En 2014, una de sus misiones lo llevó hasta Panamá, donde cerró un acuerdo marítimo de cientos de kilos de cocaína, con la venia de Noe Montes, quien había delegado en él toda la autoridad necesaria.
Logística criminal que llevó kilos a toneladas
La organización Montes no dejó espacio para errores. Desde la recepción de cargamentos en Colón, Honduras, la cocaína viajó en transportes clandestinos hasta Guatemala, con México como punto de entrada final antes de cruzar a Estados Unidos.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.
José del Trancito García Teruel se convirtió en el brazo derecho de Noe Montes Bobadilla, el líder de la organización Montes.
José del Tránsito García Teruel
–
García Teruel fue la mente detrás de los envíos de cocaína de los Montes Bobadilla a Estados Unidos. Roto creada con IA.
José del Trancito García Teruelera mucho más que un intermediario; su rol era el de un operador estratégico en la maquinaria de tráfico de drogas de los Montes Bobadilla.
Su cercanía con Noe Montes Bobadilla, líder de la organización, lo llevó a coordinar millonarios envíos de cocaína desde Honduras hacia el norte, con destino final en las calles de Estados Unidos.
A García Teruel no solo se le confiaron las negociaciones con proveedores de cocaína en México y Sudamérica, sino que también actuaba como un enlace directo en reuniones claves de la red.
En 2014, una de sus misiones lo llevó hasta Panamá, donde cerró un acuerdo marítimo de cientos de kilos de cocaína, con la venia de Noe Montes, quien había delegado en él toda la autoridad necesaria.
Logística criminal que llevó kilos a toneladas
La organización Montes no dejó espacio para errores. Desde la recepción de cargamentos en Colón, Honduras, la cocaína viajó en transportes clandestinos hasta Guatemala, con México como punto de entrada final antes de cruzar a Estados Unidos.
García Teruel, según su confesión, coordinó desde las negociaciones hasta el flujo logístico de estos envíos, lo que incluía sobornos para esquivar la intervención de las fuerzas del orden.
En más de una ocasión, la organización incluso ejecutó a quienes intentaban desbaratar la operación, creando una reputación temida de violencia y lealtad.
A cambio, García Teruel recibía pagos en efectivo que solidificaban su lugar en la jerarquía.
García Teruel fue el cerebro en las operaciones de Los Montes.
Captura y caída
El 9 de agosto de 2020, las fuerzas del orden hondureñas detuvieron a García Teruel en San Pedro Sula.
Tras su extradición a Estados Unidos en 2021, García Teruel se declaró culpable de conspirar en la distribución de cocaína.
Además, al aceptar los cargos en una declaración expone el alcance y la brutalidad de la red de los Montes.
Las revelaciones de su papel y las transacciones con cientos, y a veces miles, de kilos de cocaína dejaron al descubierto una de las operaciones de narcotráfico más sofisticadas y violentas de Centroamérica.
La historia de José del Trancito García Teruel no es solo la de un narcotraficante que manejó cifras de cocaína inimaginables, sino la de un hombre cuya lealtad y astucia lo llevaron a ser el operador de máxima confianza de los temidos Montes Bobadilla.
Este hombre tejió los hilos desde el Caribe hasta las metrópolis norteamericanas. En la caída de García Teruel se marca el fin de una era, pero también el inicio de otras batallas.
El narcotráfico deja sus huellas profundas en las tierras hondureñas y se evidencia con la proliferación de carteles.