El expolicía que develó colusión y crímenes tras ocho años de servicio a Los Cachiros

El expolicía que develó colusión y crímenes tras ocho años de servicio a Los Cachiros

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Reclutó a otros uniformados, aseguró rutas de paso de drogas, y colaboró en la ejecución de asesinatos ordenados por Devis Leonel Rivera Maradiaga.

Durante esos ocho años, el exoficial recibió $120,000 por sus servicios ilícitos al clan Rivera Maradiaga.

Armas y operativos criminales

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Las declaraciones de Zelaya Romero ante la Agencia para la Administración de Drogas (DEA) revelaron cómo él coordinaba operaciones para Los Cachiros.

Reclutó a otros uniformados, aseguró rutas de paso de drogas, y colaboró en la ejecución de asesinatos ordenados por Devis Leonel Rivera Maradiaga.

Durante esos ocho años, el exoficial recibió $120,000 por sus servicios ilícitos al clan Rivera Maradiaga.

Armas y operativos criminales

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Arrestado el 14 de julio de 2016 y extraditado meses después, Zelaya se convirtió en una pieza clave para entender la maquinaria criminal que operaba en el país.

Las declaraciones de Zelaya Romero ante la Agencia para la Administración de Drogas (DEA) revelaron cómo él coordinaba operaciones para Los Cachiros.

Reclutó a otros uniformados, aseguró rutas de paso de drogas, y colaboró en la ejecución de asesinatos ordenados por Devis Leonel Rivera Maradiaga.

Durante esos ocho años, el exoficial recibió $120,000 por sus servicios ilícitos al clan Rivera Maradiaga.

Armas y operativos criminales

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

La confesión estremeció a las autoridades estadounidenses, Ludwing Criss Zelaya Romero, exoficial de la Policía Nacional de Honduras, describió cómo durante ocho años trabajó al servicio del cartel de Los Cachiros.

Arrestado el 14 de julio de 2016 y extraditado meses después, Zelaya se convirtió en una pieza clave para entender la maquinaria criminal que operaba en el país.

Las declaraciones de Zelaya Romero ante la Agencia para la Administración de Drogas (DEA) revelaron cómo él coordinaba operaciones para Los Cachiros.

Reclutó a otros uniformados, aseguró rutas de paso de drogas, y colaboró en la ejecución de asesinatos ordenados por Devis Leonel Rivera Maradiaga.

Durante esos ocho años, el exoficial recibió $120,000 por sus servicios ilícitos al clan Rivera Maradiaga.

Armas y operativos criminales

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link [ad_1]

El exoficial Ludwing Criss Zelaya Romero reveló a la DEA cómo operaba al servicio del cartel de Los Cachiros, confesando crímenes que abarcan desde tráfico de drogas y armas hasta colaboraciones en asesinatos.

La confesión estremeció a las autoridades estadounidenses, Ludwing Criss Zelaya Romero, exoficial de la Policía Nacional de Honduras, describió cómo durante ocho años trabajó al servicio del cartel de Los Cachiros.

Arrestado el 14 de julio de 2016 y extraditado meses después, Zelaya se convirtió en una pieza clave para entender la maquinaria criminal que operaba en el país.

Las declaraciones de Zelaya Romero ante la Agencia para la Administración de Drogas (DEA) revelaron cómo él coordinaba operaciones para Los Cachiros.

Reclutó a otros uniformados, aseguró rutas de paso de drogas, y colaboró en la ejecución de asesinatos ordenados por Devis Leonel Rivera Maradiaga.

Durante esos ocho años, el exoficial recibió $120,000 por sus servicios ilícitos al clan Rivera Maradiaga.

Armas y operativos criminales

Aunque Zelaya Romero afirmó no haber traficado directamente con armas para el cartel, sí mencionó un episodio en el que participó en la logística de seguridad.

Según su relato, el equipo de seguridad de Los Cachiros estaba armado con AR-15, pistolas y hasta granadas propulsadas por cohetes (RPG).

“Los equipos ya estaban organizados por Orlin, primo de Rivera Maradiaga”, señaló, refiriéndose al encargado de coordinar estos grupos de seguridad.

Uno de los eventos más tensos narrados por Zelaya ocurrió en 2014, cuando un avión cargado de drogas fue interceptado por la Fuerza Aérea Hondureña y debió aterrizar de emergencia en Tocoa, Colón.

El equipo de seguridad, incluido él, se encargó de descargar la cocaína y trasladarla a campos de palma cercanos.

A pesar de estar armado, Zelaya afirmó que al terminar, le pidieron entregar sus armas.

Esta era una clara señal de que la estructura delictiva estaba bien organizada y era implacable.

La saña prevaleció en el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

El asesinato que no era

Uno de los relatos más impactantes en las confesiones de Zelaya Romero tiene que ver con el asesinato del periodista Aníbal Barrow.

Zelaya Romero declaró que Devis Leonel Rivera Maradiaga tenía un conflicto con un periodista local conocido como “Yofo”.

Según sus palabras, Rivera Maradiaga contactó a otro reportero hondureño para que buscara a un asesino que ejecutara a “Yofo”.

El reportero recibió instrucciones claras: debía comunicarse con Ludwing Criss Zelaya Romero para obtener el contacto de un sicario.

Zelaya relató que comenzó a recibir múltiples llamadas insistentes de este reportero mientras estaba en clases de capacitación, al punto de incomodar a su instructor.

“Le proporcioné el número de un asesino desconocido al reportero para que organizara el asesinato de ‘Yofo'”, confesó Zelaya, aclarando que el contacto lo sacó de una lista a la que tenía acceso.

Sin embargo, se sorprendió cuando se enteró de que el asesinado había sido Aníbal Barrow, y no “Yofo”.

“Creo que el reportero tenía un problema personal con Barrow y por eso lo mataron a él en lugar de ‘Yofo’”, explicó Zelaya.

Parte del interrogatorio al exoficial de Policía.

Condena en Estados Unidos

El largo brazo de la justicia alcanzó a Zelaya Romero en abril de 2018, cuando se declaró culpable ante la jueza Lorna Schofield.

El proceso dejó al descubierto las alianzas criminales entre narcotraficantes y autoridades hondureñas.

Al exoficial lo condenaron en 2021 a 12 años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.

La extradición de Ludwing Criss Zelaya Romero, llevada a cabo el 13 de diciembre de 2016, marcó un punto clave en la cooperación entre Honduras y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Para la Fiscalía estadounidense, Zelaya era un miembro activo y valioso de la red de Los Cachiros, dispuesto a todo para proteger los intereses del cartel.

A pesar de las condenas y confesiones, las revelaciones de Zelaya Romero abren nuevas preguntas sobre la profundidad de la corrupción en las instituciones de seguridad hondureñas.

¿Cuántos oficiales más están implicados? ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de Los Cachiros?

La historia de Ludwing Criss Zelaya es solo una ventana a un mundo oscuro, donde el poder y la violencia se entrelazan en una realidad que parece no tener fin.


[ad_2]
Source link

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

x
x