El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Durante la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en julio de 2023, se emitió una declaración para fortalecer la seguridad, justicia y lucha contra redes delictivas transnacionales.
Los programas regionales como PACTO, EUROFRONT y COPOLAD III se implementaron para reforzar las capacidades institucionales en seguridad y mejorar la eficiencia en la lucha contra el tráfico de drogas.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Ante la sofisticación de las redes criminales, la Unión Europea intensifica sus esfuerzos de colaboración con países clave en las rutas del tráfico de cocaína.
Durante la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en julio de 2023, se emitió una declaración para fortalecer la seguridad, justicia y lucha contra redes delictivas transnacionales.
Los programas regionales como PACTO, EUROFRONT y COPOLAD III se implementaron para reforzar las capacidades institucionales en seguridad y mejorar la eficiencia en la lucha contra el tráfico de drogas.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Según el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON), el modus operandi principal de los carteles se centra en contaminar contenedores en puertos marítimos estratégicos, aprovechando que solo el 1.8% de los contenedores son escaneados.
Ante la sofisticación de las redes criminales, la Unión Europea intensifica sus esfuerzos de colaboración con países clave en las rutas del tráfico de cocaína.
Durante la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en julio de 2023, se emitió una declaración para fortalecer la seguridad, justicia y lucha contra redes delictivas transnacionales.
Los programas regionales como PACTO, EUROFRONT y COPOLAD III se implementaron para reforzar las capacidades institucionales en seguridad y mejorar la eficiencia en la lucha contra el tráfico de drogas.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Entre 2023 y 2024, varios países latinoamericanos, incluidos Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Honduras, Panamá, República Dominicana y Venezuela, se posicionaron como actores clave en el tráfico ilegal de cocaína.
Según el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON), el modus operandi principal de los carteles se centra en contaminar contenedores en puertos marítimos estratégicos, aprovechando que solo el 1.8% de los contenedores son escaneados.
Ante la sofisticación de las redes criminales, la Unión Europea intensifica sus esfuerzos de colaboración con países clave en las rutas del tráfico de cocaína.
Durante la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en julio de 2023, se emitió una declaración para fortalecer la seguridad, justicia y lucha contra redes delictivas transnacionales.
Los programas regionales como PACTO, EUROFRONT y COPOLAD III se implementaron para reforzar las capacidades institucionales en seguridad y mejorar la eficiencia en la lucha contra el tráfico de drogas.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
Los puertos marítimos se han convertido en un punto crítico para el tráfico de cocaína en América Latina y Europa.
Cocaína en puertos marítimos – Reforzar las operaciones de seguridad en los puertos marítimos es una propuesta de la Unión Europea. Foto creada con IA.
Entre 2023 y 2024, varios países latinoamericanos, incluidos Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Honduras, Panamá, República Dominicana y Venezuela, se posicionaron como actores clave en el tráfico ilegal de cocaína.
Según el Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON), el modus operandi principal de los carteles se centra en contaminar contenedores en puertos marítimos estratégicos, aprovechando que solo el 1.8% de los contenedores son escaneados.
Ante la sofisticación de las redes criminales, la Unión Europea intensifica sus esfuerzos de colaboración con países clave en las rutas del tráfico de cocaína.
Durante la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en julio de 2023, se emitió una declaración para fortalecer la seguridad, justicia y lucha contra redes delictivas transnacionales.
Los programas regionales como PACTO, EUROFRONT y COPOLAD III se implementaron para reforzar las capacidades institucionales en seguridad y mejorar la eficiencia en la lucha contra el tráfico de drogas.
Uno de los mayores retos en esta cooperación internacional es el intercambio de información.
Interpol destaca la necesidad de reducir duplicaciones para facilitar el acceso a datos críticos por parte de investigadores y fuerzas de seguridad.
Además, la capacidad de adaptación de las redes criminales, que cambian sus rutas constantemente, requiere una coordinación efectiva entre agencias y una medición precisa de la implementación de las estrategias para identificar resultados, detectar fallas y ajustar los planes cuando sea necesario.
Los grupos criminales diversifican sus métodos para transportar cocaína y otras drogas, como heroína, cannabis, metanfetaminas y fentanilo, aprovechando la porosidad de las fronteras y la flexibilidad de rutas marítimas.
Según el CMCON, los carteles utilizan contenedores y buques de alto bordo como principales medios de transporte, operando tanto en puertos grandes como secundarios.
Además, se identifica la manipulación de sistemas tecnológicos en los puertos, aprovechando la creciente dependencia de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) para facilitar el tráfico ilícito.
La tecnología mejoró la eficiencia operativa de los puertos, pero también creó nuevas vulnerabilidades.
Los carteles emplean técnicas como el fraude de PIN, la clonación de códigos de contenedores y el uso de equipos especializados para extraer cargamentos ilegales.
En este entorno digitalizado, las amenazas a la ciberseguridad se convierten en un nuevo frente de batalla en la lucha contra el narcotráfico.
La corrupción es otro factor que facilita el tráfico de drogas. Los carteles logran infiltrarse en las operaciones aduaneras mediante el soborno a funcionarios, asegurando que los contenedores cargados con droga no sean inspeccionados.
Para combatir esta práctica, la Unión Europea propuso el fortalecimiento de los controles aduaneros mediante verificaciones más estrictas del personal, como revisiones de antecedentes no penales.
Sin embargo, esta medida enfrenta desafíos legales, ya que puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales vigentes en varios países.
Europol estima que un 60 % de las redes delictivas se valen de la corrupción para operar, y durante 2020 y 2021 se incautaron alrededor de 4,100 millones de euros en activos ilícitos en la Unión Europea, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta compleja situación, la Unión Europea lanzó la Estrategia contra la Delincuencia Organizada 2021-2025, que incluye la Alianza Europea de Puertos.
Esta estrategia busca reforzar la seguridad en los puertos a través de la colaboración entre países, la mejora de las capacidades tecnológicas y operativas, y la reforma de la unión aduanera para adaptarse a las necesidades actuales de seguridad.
Además, desde 2016, Europol amplió su mandato para reforzar la cooperación policial en la Unión Europea.
Una de las propuestas clave es un nuevo código de cooperación que permita la adopción de directivas para mejorar el intercambio de información entre servicios de seguridad y aduanas, asegurando que la respuesta contra las redes criminales sea rápida y coordinada.
El 1 de febrero de 2019, las autoridades de Livorno, Italia, encontraron 644 kilos de cocaína ocultos en un contenedor cargado con café hondureño.
El 21 de marzo de 2024, más de media tonelada de cocaína se halló en un puerto de Panamá dentro de un contenedor procedente de Honduras y con destino a Suecia.
El 29 de septiembre de 2022, las autoridades policiales de Panamá informaron a través de un comunicado sobre la incautación de 988 paquetes de presunta cocaína que tenían como destino final Bélgica.
Puerto Cortés, reconocido por su certificación como puerto seguro, cuenta con un sistema de inspección no intrusivo de rayos gamma en funcionamiento desde 2004.
Además, es parte de la Iniciativa de Contenedor Seguro, que incluye la presencia de dos oficiales de Protección Fronteriza de Estados Unidos en la operación diaria, según informaron autoridades aduaneras.
El puerto también alberga una unidad de control de contenedores auspiciada por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, así como la iniciativa de megapuertos apoyada por el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de estas estrictas medidas de seguridad y colaboración internacional, las redes criminales continúan encontrando formas de evadir los controles, aprovechando las brechas que aún existen en el sistema.
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