De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
El menor recibió un disparo mortal que causó su muerte instantánea, pero hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
“Yo pensé que lo iba a salvar, pero desgraciadamente él murió en una clínica privada. No sé quién lo hizo, no sé quién disparó”, expresó el padre, visiblemente afectado.
El menor recibió un disparo mortal que causó su muerte instantánea, pero hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
Según relató Rodríguez, su hijo se encontraba en casa y en perfectas condiciones el martes, cuando él salió a trabajar. Sin embargo, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre: su hijo había sido asesinado.
“Yo pensé que lo iba a salvar, pero desgraciadamente él murió en una clínica privada. No sé quién lo hizo, no sé quién disparó”, expresó el padre, visiblemente afectado.
El menor recibió un disparo mortal que causó su muerte instantánea, pero hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
El pequeño perdió la vida de un disparo, en circunstancias aún desconocidas, dejando a su familia devastada.
Según relató Rodríguez, su hijo se encontraba en casa y en perfectas condiciones el martes, cuando él salió a trabajar. Sin embargo, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre: su hijo había sido asesinado.
“Yo pensé que lo iba a salvar, pero desgraciadamente él murió en una clínica privada. No sé quién lo hizo, no sé quién disparó”, expresó el padre, visiblemente afectado.
El menor recibió un disparo mortal que causó su muerte instantánea, pero hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
Con profundo dolor y lágrimas, el padre de familia Elvis Rodríguez denunció este miércoles el asesinato de su hijo de cuatro años en Sabaneta, Marcala, en el departamento de La Paz.
El pequeño perdió la vida de un disparo, en circunstancias aún desconocidas, dejando a su familia devastada.
Según relató Rodríguez, su hijo se encontraba en casa y en perfectas condiciones el martes, cuando él salió a trabajar. Sin embargo, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre: su hijo había sido asesinado.
“Yo pensé que lo iba a salvar, pero desgraciadamente él murió en una clínica privada. No sé quién lo hizo, no sé quién disparó”, expresó el padre, visiblemente afectado.
El menor recibió un disparo mortal que causó su muerte instantánea, pero hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona.
Con profundo dolor y lágrimas, el padre de familia Elvis Rodríguez denunció este miércoles el asesinato de su hijo de cuatro años en Sabaneta, Marcala, en el departamento de La Paz.
El pequeño perdió la vida de un disparo, en circunstancias aún desconocidas, dejando a su familia devastada.
Según relató Rodríguez, su hijo se encontraba en casa y en perfectas condiciones el martes, cuando él salió a trabajar. Sin embargo, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre: su hijo había sido asesinado.
“Yo pensé que lo iba a salvar, pero desgraciadamente él murió en una clínica privada. No sé quién lo hizo, no sé quién disparó”, expresó el padre, visiblemente afectado.
El menor recibió un disparo mortal que causó su muerte instantánea, pero hasta el momento se desconoce la identidad de los responsables.
“Mi niño solo tenía cuatro años. No entiendo, no entiendo qué fue lo que pasó, ni por qué pasó, ni quién lo hizo”, lamentó Rodríguez entre lágrimas.
“Me siento tan triste, tan mal, porque mis hijos eran mi esperanza de que algún día íbamos a andar juntos”, agregó el padre, quien aún no logra asimilar la magnitud de la pérdida.
El hondureño también reveló que, en el pasado, denunció una amenaza por parte de una banda criminal que opera en la zona y que, según su testimonio, continúa causando temor entre los habitantes de la comunidad.
“Me siento amenazado, siento que ya no puedo vivir en el lugar”, aseguró, al describir su comunidad como una “zona de guerra” debido a los disparos que se escuchan de forma constante.
Rodríguez recordó que ese grupo criminal habría sido el responsable del asesinato de su sobrino que también murió en circunstancias similares, con señales de violencia extrema.
Rodríguez, quien asegura ser un hombre de fe, recalcó que nunca había tenido problemas con nadie en su comunidad.
“Siempre he tenido a Dios en el corazón, nunca he sido una mala persona, no tengo mala reputación, no pensé que esto iba a pasar”, expresó.
El padre exige justicia para su hijo y un esclarecimiento urgente de los hechos.
De momento, no existe una investigación de los hechos por parte de las autoridades policiales.
El cuerpo del menor fue entregado, la mañana de este miércoles, a su padre quien llevará hasta su lugar de origen para darle cristiana sepultura.