“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
“Ya se ha informado oficialmente que estamos fuera de esa lista, y estamos recibiendo ayuda y colaboración de países amigos que van a ser benefactores de los animales albergados”, declaró Zelaya a los medios de comunicación.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
“Ya se ha informado oficialmente que estamos fuera de esa lista, y estamos recibiendo ayuda y colaboración de países amigos que van a ser benefactores de los animales albergados”, declaró Zelaya a los medios de comunicación.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
“Ya se ha informado oficialmente que estamos fuera de esa lista, y estamos recibiendo ayuda y colaboración de países amigos que van a ser benefactores de los animales albergados”, declaró Zelaya a los medios de comunicación.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Este zoológico fue incautado por el Estado de Honduras durante operaciones contra el narcotráfico, específicamente contra el grupo de ‘Los Cachiros’, quienes eran los propietarios.
“Ya se ha informado oficialmente que estamos fuera de esa lista, y estamos recibiendo ayuda y colaboración de países amigos que van a ser benefactores de los animales albergados”, declaró Zelaya a los medios de comunicación.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
El zoológico de Joya Grande fue oficialmente retirado de la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, según informó el director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), Marco Antonio Zelaya.
Este zoológico fue incautado por el Estado de Honduras durante operaciones contra el narcotráfico, específicamente contra el grupo de ‘Los Cachiros’, quienes eran los propietarios.
“Ya se ha informado oficialmente que estamos fuera de esa lista, y estamos recibiendo ayuda y colaboración de países amigos que van a ser benefactores de los animales albergados”, declaró Zelaya a los medios de comunicación.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
Según el director de la OABI, se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada una vez pero finalmente la liberaron.
El zoológico de Joya Grande fue oficialmente retirado de la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, según informó el director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), Marco Antonio Zelaya.
Este zoológico fue incautado por el Estado de Honduras durante operaciones contra el narcotráfico, específicamente contra el grupo de ‘Los Cachiros’, quienes eran los propietarios.
“Ya se ha informado oficialmente que estamos fuera de esa lista, y estamos recibiendo ayuda y colaboración de países amigos que van a ser benefactores de los animales albergados”, declaró Zelaya a los medios de comunicación.
OFAC son las siglas de Office of Foreign Assets Control, que en español significa “Oficina de Control de Activos Extranjeros”. Es una agencia del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos que se encarga de administrar y hacer cumplir las sanciones económicas y comerciales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos.
Zelaya detalló que, al asumir su cargo, encontró que el zoológico estaba bajo el control de una estructura criminal que impedía incluso el ingreso del personal de la OABI.
El zoológico había sido incautado por el gobierno tras la entrega de sus líderes a las autoridades estadounidenses, pero quedó en un estado de abandono y deterioro, lo que provocó la muerte de varios animales.
Uno de los animales que murió fue la jirafa Big Boy, que era uno de los principales atractivos del zoológico.
Según el funcionario, los antecesores en la administración de la OABI no tomaron medidas para solucionar la situación. Fue necesario coordinar con las autoridades para intervenir, limpiar las instalaciones y sanear tanto su gestión como sus finanzas.
Según el director de la OABI, inicialmente se presentó una solicitud al Departamento del Tesoro para sacar al zoológico de la lista OFAC, la cual fue denegada.
Sin embargo, tras una apelación fundamentada en que la inclusión limitaba la cooperación con benefactores y organizaciones no gubernamentales, el 13 de enero recibió la notificación oficial que daba luz verde al retiro del zoológico de la lista.
El retiro de la lista permite a la OABI establecer acuerdos con organizaciones internacionales protectoras de animales para mejorar las condiciones del zoológico.
“El objetivo es generarle un mejor hábitat de vida al zoológico y a los animales, como parte de la segunda fase de recuperación”, explicó Zelaya.
El funcionario destacó que, bajo su gestión, el zoológico ha logrado ser autosostenible. Antes se destinaban 1.2 millones de lempiras mensuales para su administración; ahora, los costos se han reducido drásticamente a 700 lempiras mensuales, gracias a la optimización de recursos y la depuración de empleados con salarios inflados.
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