Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, es el delfín del popular expresidente José “Pepe” Mujica. Busca que la izquierda, que gobernó Uruguay por tres períodos consecutivos desde 2005 hasta 2020, regresa al poder.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, es el delfín del popular expresidente José “Pepe” Mujica. Busca que la izquierda, que gobernó Uruguay por tres períodos consecutivos desde 2005 hasta 2020, regresa al poder.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Orsi obtuvo casi el 44 % de los votos emitidos en la primera vuelta electoral del 27 de octubre y aparece con una leve ventaja en las encuestas antes de la votación del domingo, que se pronostica reñida.
Delgado cosechó solo el 26.7% de los sufragios como candidato del Partido Nacional, pero ahora tiene el apoyo de todos los socios de los partidos de la alianza gobernante, que juntos reconocieron el 47.7%.
El elegido de Pepe
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, es el delfín del popular expresidente José “Pepe” Mujica. Busca que la izquierda, que gobernó Uruguay por tres períodos consecutivos desde 2005 hasta 2020, regresa al poder.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
El opositor Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y el oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional que encabeza la coalición de gobierno, aspiran a suceder en marzo al presidente Luis Lacalle Pou.
Orsi obtuvo casi el 44 % de los votos emitidos en la primera vuelta electoral del 27 de octubre y aparece con una leve ventaja en las encuestas antes de la votación del domingo, que se pronostica reñida.
Delgado cosechó solo el 26.7% de los sufragios como candidato del Partido Nacional, pero ahora tiene el apoyo de todos los socios de los partidos de la alianza gobernante, que juntos reconocieron el 47.7%.
El elegido de Pepe
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, es el delfín del popular expresidente José “Pepe” Mujica. Busca que la izquierda, que gobernó Uruguay por tres períodos consecutivos desde 2005 hasta 2020, regresa al poder.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
Un profesor de historia de izquierda y un veterinario de centroderecha se enfrentarán el domingo en un balotaje por el sillón presidencial en Uruguay, la democracia más sólida de Latinoamérica.
El opositor Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y el oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional que encabeza la coalición de gobierno, aspiran a suceder en marzo al presidente Luis Lacalle Pou.
Orsi obtuvo casi el 44 % de los votos emitidos en la primera vuelta electoral del 27 de octubre y aparece con una leve ventaja en las encuestas antes de la votación del domingo, que se pronostica reñida.
Delgado cosechó solo el 26.7% de los sufragios como candidato del Partido Nacional, pero ahora tiene el apoyo de todos los socios de los partidos de la alianza gobernante, que juntos reconocieron el 47.7%.
El elegido de Pepe
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, es el delfín del popular expresidente José “Pepe” Mujica. Busca que la izquierda, que gobernó Uruguay por tres períodos consecutivos desde 2005 hasta 2020, regresa al poder.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.
De acuerdo con la encuesta de la consultora, llevada a cabo entre el 15 y el 19 de noviembre, un 6,3 % de los electores, en tanto, votarían en blanco o anulado.
La encuestadora Equipos, en tanto, proyectó en su último estudio, también publicado este jueves, una diferencia mayor, de 1,8 %, con un 48 % para Orsi y un 46,2 % para Delgado bajo un margen máximo de 2,5 %.
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Foto: cortesía
Un profesor de historia de izquierda y un veterinario de centroderecha se enfrentarán el domingo en un balotaje por el sillón presidencial en Uruguay, la democracia más sólida de Latinoamérica.
El opositor Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y el oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional que encabeza la coalición de gobierno, aspiran a suceder en marzo al presidente Luis Lacalle Pou.
Orsi obtuvo casi el 44 % de los votos emitidos en la primera vuelta electoral del 27 de octubre y aparece con una leve ventaja en las encuestas antes de la votación del domingo, que se pronostica reñida.
Delgado cosechó solo el 26.7% de los sufragios como candidato del Partido Nacional, pero ahora tiene el apoyo de todos los socios de los partidos de la alianza gobernante, que juntos reconocieron el 47.7%.
El elegido de Pepe
Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez, de 57 años, es el delfín del popular expresidente José “Pepe” Mujica. Busca que la izquierda, que gobernó Uruguay por tres períodos consecutivos desde 2005 hasta 2020, regresa al poder.
De perfil moderado y estilo campechano, Orsi es, como Mujica, descendiente de españoles e italianos, arraigado a la tierra, educado en la escuela pública y comprometido con la igualdad, el ADN de la idiosincracia uruguaya.
Nació en una zona rural en una casa sin luz eléctrica, y creció en la pequeña ciudad de Canelones.
En 1991 se graduó de profesor de historia y enseñó en liceos del interior hasta 2005, cuando inició su trayectoria en el gobierno de Canelones, primero como secretario general de la comuna durante casi una década, y luego como intendente por dos períodos.
Renunció para las internas partidarias de junio, que ganaron con más del 60% de los votos, superando ampliamente a la exintendenta de Montevideo Carolina Cosse, que tenía el apoyo de comunistas y socialistas y se convirtió en su compañera de fórmula.
Orsi se casó dos veces, la última con la madre de sus hijos mellizos de 12 años. El hombre que contó que de niño le tenía miedo a la luna ha dicho que se prepara para ser presidente desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, no ha presentado un plan de gobierno antes de las elecciones, lo que despertó críticas de sus detractores. También fue cuestionado por no participar en debates, aunque en el tramo final de la campaña concedió entrevistas a muchos medios.
Mano derecha del presidente
Álvaro Luis Delgado Ceretta, de 55 años, nunca imaginó que apenas días después de asumir en 2020 como secretario de la Presidencia de Luis Lacalle Pou se declararía una pandemia que paralizó al mundo. Sin embargo, el funcionario de voz del gobierno en medio de la crisis del covid-19 puso a prueba su templo y proyectó su figura como presidenciable.
Antes de llegar a la Torre Ejecutiva con su amigo Lacalle Pou, con quien recorrió el país forjando un proyecto político, Delgado fue inspector general del Trabajo, diputado por Montevideo y senador.
A la política en el Partido Nacional ingresó tras haber trabajado como productor rural y asesor veterinario en establecimientos agropecuarios. Un test vocacional le mostró inclinación por la abogacía, pero optó por el campo, que tanto le gustaba, y fue recibido de veterinario en 1995 tras haber sido también gremialista universitario.
Nacido en Montevideo, Delgado fue educado en colegios católicos, una fe que profesa. Se casó en 1997 y tiene tres hijos de 25, 23 y 21 años. Dice que es más feliz en el campo que en la playa y ama andar a caballo.
Durante la campaña, Delgado fue tildado de “cavernícola” y “chabacano” por llamar “bombón” a su candidata a vicepresidente, la exsindicalista Valeria Ripoll. El episodio motivó memes y burlas en las redes sociales. Fue un “error” y un “chiste desafortunado”, reconoció luego.