inundaciones y peligro para miles

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La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Las autoridades locales emitieron alertas para preparar a las comunidades ante posibles desastres.

“La tormenta representa una amenaza seria para las comunidades costeras y zonas rurales, ya que los ríos están en riesgo de desbordarse”, señaló un portavoz del Comité Permanente de Contingencias (Copeco).

Impacto en el corredor centroamericano

La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Los habitantes de Roatán, destino turístico en la costa norte, y otros municipios costeros ya enfrentan inundaciones repentinas y fuertes ráfagas de viento, mismas que continuarán durante el fin de semana.

Las autoridades locales emitieron alertas para preparar a las comunidades ante posibles desastres.

“La tormenta representa una amenaza seria para las comunidades costeras y zonas rurales, ya que los ríos están en riesgo de desbordarse”, señaló un portavoz del Comité Permanente de Contingencias (Copeco).

Impacto en el corredor centroamericano

La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Los habitantes de Roatán, destino turístico en la costa norte, y otros municipios costeros ya enfrentan inundaciones repentinas y fuertes ráfagas de viento, mismas que continuarán durante el fin de semana.

Las autoridades locales emitieron alertas para preparar a las comunidades ante posibles desastres.

“La tormenta representa una amenaza seria para las comunidades costeras y zonas rurales, ya que los ríos están en riesgo de desbordarse”, señaló un portavoz del Comité Permanente de Contingencias (Copeco).

Impacto en el corredor centroamericano

La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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Con vientos máximos sostenidos de 50 mph y un desplazamiento de 9 mph, Sara desató un torrente de lluvia que amenaza con causar inundaciones y deslizamientos de tierra en el norte del país.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos alertó que la tormenta dejará entre 25 y 50 centímetros de lluvia en la región, con áreas aisladas alcanzando los 75 centímetros, un volumen capaz de generar inundaciones catastróficas.

Amenaza

Los habitantes de Roatán, destino turístico en la costa norte, y otros municipios costeros ya enfrentan inundaciones repentinas y fuertes ráfagas de viento, mismas que continuarán durante el fin de semana.

Las autoridades locales emitieron alertas para preparar a las comunidades ante posibles desastres.

“La tormenta representa una amenaza seria para las comunidades costeras y zonas rurales, ya que los ríos están en riesgo de desbordarse”, señaló un portavoz del Comité Permanente de Contingencias (Copeco).

Impacto en el corredor centroamericano

La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

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El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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En la madrugada del viernes, la tormenta tropical Sara tocó tierra cerca de Brus Laguna, en la costa caribeña de Honduras, un área densamente poblada por comunidades indígenas y afrodescendientes.

Con vientos máximos sostenidos de 50 mph y un desplazamiento de 9 mph, Sara desató un torrente de lluvia que amenaza con causar inundaciones y deslizamientos de tierra en el norte del país.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos alertó que la tormenta dejará entre 25 y 50 centímetros de lluvia en la región, con áreas aisladas alcanzando los 75 centímetros, un volumen capaz de generar inundaciones catastróficas.

Amenaza

Los habitantes de Roatán, destino turístico en la costa norte, y otros municipios costeros ya enfrentan inundaciones repentinas y fuertes ráfagas de viento, mismas que continuarán durante el fin de semana.

Las autoridades locales emitieron alertas para preparar a las comunidades ante posibles desastres.

“La tormenta representa una amenaza seria para las comunidades costeras y zonas rurales, ya que los ríos están en riesgo de desbordarse”, señaló un portavoz del Comité Permanente de Contingencias (Copeco).

Impacto en el corredor centroamericano

La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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La tormenta tropical Sara, con vientos sostenidos de 50 mph, azota América Central y amenaza gravemente a Honduras con inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.

En la madrugada del viernes, la tormenta tropical Sara tocó tierra cerca de Brus Laguna, en la costa caribeña de Honduras, un área densamente poblada por comunidades indígenas y afrodescendientes.

Con vientos máximos sostenidos de 50 mph y un desplazamiento de 9 mph, Sara desató un torrente de lluvia que amenaza con causar inundaciones y deslizamientos de tierra en el norte del país.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos alertó que la tormenta dejará entre 25 y 50 centímetros de lluvia en la región, con áreas aisladas alcanzando los 75 centímetros, un volumen capaz de generar inundaciones catastróficas.

Amenaza

Los habitantes de Roatán, destino turístico en la costa norte, y otros municipios costeros ya enfrentan inundaciones repentinas y fuertes ráfagas de viento, mismas que continuarán durante el fin de semana.

Las autoridades locales emitieron alertas para preparar a las comunidades ante posibles desastres.

“La tormenta representa una amenaza seria para las comunidades costeras y zonas rurales, ya que los ríos están en riesgo de desbordarse”, señaló un portavoz del Comité Permanente de Contingencias (Copeco).

Impacto en el corredor centroamericano

La trayectoria de Sara también afecta a Nicaragua, Belice y el sur de México, regiones que, al igual que Honduras, enfrentan la fragilidad de su infraestructura ante eventos climáticos extremos.

Aunque Sara podría disiparse al llegar al golfo de México, su lento avance mantiene la incertidumbre sobre su impacto final.

En México, se esperan lluvias intensas en la península de Yucatán, mientras que en Belice, las autoridades han iniciado evacuaciones preventivas en las zonas más vulnerables.

Los cuerpos de socorro están en alerta y apoyan en Honduras.

Honduras y el desafío del cambio climático

Honduras, uno de los países más afectados por el cambio climático en el mundo, enfrenta nuevamente una prueba de resiliencia.

Eventos como la tormenta Sara se suman a un historial de desastres naturales que han dejado daños multimillonarios y han desplazado a miles de familias.

“La frecuencia y severidad de las tormentas tropicales reflejan la creciente vulnerabilidad de Honduras. Es urgente que se implementen medidas de adaptación climática para proteger a las comunidades más expuestas”, afirmó Ramiro Lara, de la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog).

Preparativos y esperanzas

Las autoridades hondureñas, junto con organismos internacionales, movilizan equipos de rescate y albergues temporales para atender a los damnificados.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para una respuesta efectiva.

Por su parte, la población se aferra a la esperanza de que los impactos sean menores, mientras enfrentarán un fin de semana desafiante.

“Estamos acostumbrados a las tormentas, pero nunca sabemos qué tan grave será. Solo nos queda orar y cuidar a nuestras familias”, comentó una residente de Brus Laguna.

Mientras la tormenta avanza hacia Belice y México, Honduras se enfrenta una vez más a los retos de la naturaleza con determinación y solidaridad.

La tormenta tropical Sara no solo pone a prueba la fortaleza de las comunidades, sino que devela la importancia de la preparación ante estos eventos.

El país se mantiene alerta, luchando contra los elementos mientras busca proteger a su gente.


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